Tras la captura de Hugo “el pollo” Carvajal, en España, otro exmilitar que tuvo vinculación con el régimen venezolano, liderado por Nicolás Maduro, también está dispuesto a negociar con las justicia de los Estados Unidos, se trata del exgeneral Cliver Alcalá Cordones.
El militar que perteneció al ejército venezolano, fue detenido en marzo de 2020, tras siete años de cautiverio en Colombia.
Alcalá, es acusado por las autoridades de Estados Unidos, por tráfico de drogas hacía suelo norteamericano, mientras ocupaba el cargo de general del cuerpo castrense.
Alcalá se deslindó de Maduro en el 2013
El ex militar, que estuvo como jefe de guarnición, en los estados Carabobo y Aragua se deslindó se dio de baja en el 2013.
Posteriormente, tuvo diferencias con el régimen de Nicolás Maduro, quien lo acusó de estar en planes conspirativo en el 2017.
Alcalá fue una de las personas que estuvo más cercanas al expresidente Hugo Chávez, ya que ambos participaron en la intentona golpista del 4 de febrero de 1992, que se intentaba derrocar al exmandatario Carlos Andrés Pérez.
#17Sep | Reuters: Cliver Alcalá a un paso de contarlo todo y "colaborar" con EEUU https://t.co/qVbKWsvL79
— Venezuela al Dia (@venezuelaaldia) September 17, 2021
Declaración de culpabilidad
Una disposición previa al juicio que se le sigue a Alcalá se refiere a una declaración de culpabilidad del militar y podría significar que el acusado ha llegado a un acuerdo para cooperar o que ha “tenido suficiente” y ha decidido declararse culpable, dijo Steven Cash, abogado del bufete de abogados Day Pitney y exfiscal del distrito de Manhattan. Fiscalía.
El abogado de Alcalá, César de Castro, le dijo al juez que las declaraciones de su defendido eran precisas. De Castro no respondió a las solicitudes de comentarios sobre las discusiones. Un portavoz de la Fiscalía Federal se negó a comentar.
Hasta el momento Estados Unidos también espera la extradición, de otros de los personeros, que ha estado vinculado con Nicolás Maduro y es Alex Saab, quien está detenido en Cabo Verde.
El último movimiento del régimen para evitar el traslado del empresario a suelo norteamericano, fue nombrarlo como su delegado, en el proceso de negociación que desarrolla en México.