Florida

Amenazan de muerte a dueño de taller en el que fue detenida migrante

Gonzalez Auto Center en Homestead, lugar donde fue detenida la migrante hondureña de 15 años recibió más de 10 llamadas con amenazas de muerte, denunció Francisco González,. “Voy a poner una bomba en tu edificio. Encontraré a tu familia y espero que mueras “, gritó una persona en medio de improperios antes de colgar, según […]

Por Allan Brito
Amenazan de muerte a dueño de taller en el que fue detenida migrante
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Gonzalez Auto Center en Homestead, lugar donde fue detenida la migrante hondureña de 15 años recibió más de 10 llamadas con amenazas de muerte, denunció Francisco González,.

“Voy a poner una bomba en tu edificio. Encontraré a tu familia y espero que mueras “, gritó una persona en medio de improperios antes de colgar, según dijo, reportó Miami Herald este martes.

Por: Redacción Miami Diario

Las llamadas telefónicas, solo unas pocas de los cientos que el negocio recibió desde el viernes, ocurrieron mientras un reportero del Miami Herald entrevistaba a los trabajadores de la tienda el lunes.

“¿Quién iba a decir que tu vida podría cambiar en un instante?”, dijo Francisco González al Miami Herald, tres días después de que la Policía descubriera a una niña inmigrante hondureña de 15 años escondida en su tienda.

El viernes, la adolescente escapó del cercano refugio temporal para niños que cruzaron la frontera sin acompañantes en Homestead y se atrincheró detrás de una gran caja de herramientas en la tienda. Su dura experiencia fue reportada por primera vez por el Washington Post.

González tenía varios varias amenazas de muerte contra él y sus familiares, incluida su madre de 93 años, que imprimió de internet.

“Así que esta es la dirección de la cobarde lame botas de m… que llamó a la policía por una niña inmigrante que escapó de un campo de concentración”, decía una amenaza de Anónimo en Facebook.

El FBI pasó por el lugar el lunes por la mañana y está investigando la situación, dijo González.

“Todo el mundo piensa que yo llamé a la policía para que se llevara a la niña”, dijo el lunes González. “Eso no es cierto. La gente del refugio llamó al 911. La policía ya estaba buscando en el área y entró directamente a la tienda. Ahora mi anciana madre tuvo que irse de su casa, y tengo que andar en público con gafas de sol y portar un arma de fuego”.

De acuerdo con la Policía de Homestead, la historia de González es cierta.

La adolescente, que cruzó la frontera sola y llevaba tres semanas en el centro de detención en Homestead, que alberga a aproximadamente 1,200 niños migrantes, escapó del establecimiento cuando la llevaban a una cita médica de rutina el viernes por la mañana.

Cuando salía del automóvil para ir al médico, se fue corriendo y de alguna manera entró en el concurrido taller de autos. Ese preciso momento no fue capturado por el video de vigilancia porque varios autos entraban y salían del área de servicio y bloquearon las cámaras.

“Ella le dijo a los agentes de policía que por favor no la tocasen”, dijo González. “Un policía habló con ella en español y la trató como a un ser humano, como a su hija. Él le dijo, ‘Mama, tienes que volver’ y luego le puso las esposas como a un ser humano normal, no como a un criminal”, ralató

Los registros muestran que la Policía de Homestead recibió una llamada al 911 del personal del centro de detención alrededor de las 9:15 a.m. del viernes diciendo que una adolescente había “escapado de los empleados que la transportaban a un examen de la vista”.

La niña, que no ha sido identificada, finalmente fue hallada en el taller.

Según informes de la Policía, una persona anónima cerca del taller informó a los agentes que la persona que estaban buscando podría estar adentro.

La niña fue esposada, según procedimientos de la policía, colocada en el asiento delantero de un auto patrullero y transportada al refugio en Homestead sin incidentes.

Independientemente de quién informó a las autoridades, el detective de la Policía de Homestead Fernando Morales dijo que el Estatuto del Estado de Florida 787.03 obliga a cualquier persona con conocimiento de una situación similar a cooperar con la policía.

“Si alguien conocía el paradero de la niña, y no se lo decía a la policía, o le mentía a las autoridades, esa persona estaba sujeta al arresto y podía ser acusada de obstrucción a la custodia de menores”, dijo Morales.

Según González, los trabajadores del taller de automóviles notaron a la niña llorando en su escondite. Cuando se acercaron a ella, les dijo que tenía 19 años y que la estaba “persiguiendo un hombre”. La joven asustada se quedó en la tienda por más de una hora mientras las lágrimas le corrían por el rostro.

“No teníamos idea de que era menor de edad”, dijo el hijo del dueño de la tienda, Eric González. “Todo lo que seguía diciendo es que no quería regresar”.

Activistas locales de derechos de inmigración, que fueron contactados por familiares de los trabajadores de la tienda el día del incidente, le dijeron al Herald que la niña describió el refugio como una “prisión”.

La instalación de Homestead, al sur de Miami, es el segundo refugio más grande del país y está administrado por Comprehensive Health Services, una compañía que tiene un contrato con el gobierno federal de al menos $30 millones.

En junio, cerca de 70 de los más de 1,100 niños que vivían en esa instalación habían sido separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México, y la mayoría de ellos provenían de Honduras, Guatemala y El Salvador, según funcionarios del refugio.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos, la entidad que regula las instalaciones, no hizo ningún comentario sobre el incidente.

El lunes, mientras se brindaba servicio a los autos en el taller, las cámaras de televisión acampaban frente al local. Desde el viernes, las críticas contra González han aumenta por su disposición de entregar a la chica.

“Mira, le dimos agua a esta niña, le ofrecimos comida; la traté como mi propia hija “, dijo González. “Le expliqué que la policía quiere ‘hacer que Estados Unidos vuelva a ser grandioso de nuevo’ al unirla con su familia, pero para que eso suceda, ella debía cooperar”.
Agregó: “Vivimos en un país con leyes, leyes que tengo que cumplir, aunque eso me rompa el corazón”.

El taller eliminó el lunes sus páginas de las redes sociales en medio de las amenazas.

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