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¡Atención! Florida levanta la prohibición de pescar al mero goliat

Las autoridades de  Florida anunciaron que están levantando su prohibición de tres décadas de capturar y matar meros goliat después de que los funcionarios de vida silvestre argumentaron que su número se ha recuperado. La Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida aprobó el miércoles una propuesta para permitir la captura recreativa de […]

Por Allan Brito
¡Atención! Florida levanta la prohibición de pescar al mero goliat
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Las autoridades de  Florida anunciaron que están levantando su prohibición de tres décadas de capturar y matar meros goliat después de que los funcionarios de vida silvestre argumentaron que su número se ha recuperado.

La Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida aprobó el miércoles una propuesta para permitir la captura recreativa de 200 goliaths por año de marzo a mayo.

El sur de Florida y los Cayos de Florida estarán fuera de los límites, y el tamaño de la captura se mantendrá entre 20 pulgadas (51 centímetros) y 36 pulgadas (91 centímetros).

El goliat casi muere en la década de 1980 debido a la sobrepesca y la contaminación y no se le permite ser capturado en otras aguas estatales o federales. 

El pez mero goliat

Uno de los peces óseos más grandes es el mero Goliat o mero gigante, conocido como “guasa” por los pescadores del Caribe. Sus dimensiones son espectaculares puesto que un adulto puede llegar a medir casi los tres metros de longitud y superar los 400 kilos de peso.

Este mero, el Epinephelus itajara, vive en el Atlántico occidental, desde Florida hasta Brasil, abarcando todo el golfo de México y el Caribe.

En toda su área de distribución la supervivencia de este gran animal está seriamente amenazada, incluso se la considera que está en estado crítico. Estos peces son víctimas de la sobrepesca, de la contaminación y de la destrucción de sus hábitats naturales. Tanto la pesca deportiva como la comercial han diezmado sus poblaciones, puesto que su carne es muy preciada y cualquier pescador aspira a fotografiarse con un ejemplar de guasa capturado con una caña o con un arpón de pesca submarina.

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