Atentan contra la vida del obispo nicaragüense Juan Mata

Más de 350 personas han muerto en las protestas que se producen a diario en Nicaragua contra el régimen de Daniel Ortega. Por la intemperancia demostrada por el Mandatario nicaraguense, el propósito de ayudar a los perseguidos y apoyar las buenas causas ha provocado que varios líderes religiosos católicos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se encuentren  en la mira y el reciente atentado contra el obispo de la diócesis de Estelí, Juan Abelardo Mata así lo demuestra.

De acuerdo a un reporte de El Diario de las Américas, grupos paramilitares afines a Ortega dispararon contra el vehículo en el que viajaba el obispo Mata, en la localidad de Nindirí, en Masaya, cuando este regresaba a Managua después de oficiar una misa.

Por: Redacción Miami Diario

Las balas perforaron las llantas y rompieron los cristales del auto en el que viajaba el líder religioso. Afortunadamente, el atentado fracasó.

El conductor logró mantener el control del vehículo y una vecina de la localidad refugió al obispo que comenzaba a ser agredido por turbas sandinistas, ante los ojos del jefe de la Policía de Masaya, el comisionado Ramón Avellan, responsable de la represión en esa localidad, en la que ha muerto 40 personas.

Tras el ataque, el cardenal Leopoldo Brenes dijo que el obispo Mata estaba fuera de peligro.

“Es triste que este atentado haya sucedido. Es una grave falta de respeto que está sucediendo. Es deplorable y espero que se pueda frenar todo esto, porque no es posible que siga esta situación”, aseguró Brenes

Mata, vocero del CEN y uno de los obispos que participan como mediadores en el diálogo nacional, es una de las voces más críticas del gobernante Ortega.

El obispo ha sido amenazado de muerte por grupos afines al partido oficalista, que ha mantenido una campaña de descrédito contra el religioso, según se conoció.

Una semana antes del atentado, turbas sandinistas y paramilitares, con el rostro cubierto, provocaron el caos al ingresar por la fuerza a la Basílica San Sebastián, en Carazo, donde agredieron a obispos, sacerdotes, periodistas y defensores de derechos humanos, que viajaron desde Managua, la capital, en peregrinación convocada por la Conferencia Episcopal con el propósito de mediar para detener la sangrienta represión desatada por el gobierno de Ortega, en contra de manifestantes que demandan su salida del poder.

El nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag resultó lesionado en el rostro, mientras el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, fue herido con arma blanca en el brazo.

Nicaragua es escenario de la violenta represión gubernamental contra manifestantes que demandan la salida del poder de Ortega.

Aparte de las tres centenas y media de personas que han muerto, más de 2.000 han sido heridas, decenas están desaparecidas y un número no determinado se encuentran en las cárceles por protestar contra el régimen.