Internacional, Venezuela

Chavistas millonarios gracias a la ‘revolución bolivariana’

Hablar de corrupción en Venezuela es hablar de una red que hoy parece interminable, de la que cada vez se descubren nuevos cabos y que, según cálculos de periodistas e investigadores ha logrado apropiarse de más de 800.000 millones de dólares en los casi 20 años y a la sombra de la “revolución bolivariana”. Por […]

Por Allan Brito
Chavistas millonarios gracias a la ‘revolución bolivariana’
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Hablar de corrupción en Venezuela es hablar de una red que hoy parece interminable, de la que cada vez se descubren nuevos cabos y que, según cálculos de periodistas e investigadores ha logrado apropiarse de más de 800.000 millones de dólares en los casi 20 años y a la sombra de la “revolución bolivariana”.

Por Redacción Miami Diario

Entre las fortunas más llamativas, de las primeras de la época revolucionaria, destaca la del teniente Alejadro Andrade, amigo personal del fallecido presidente Chávez, participante junto con él en el golpe de estado del 4 de febrero de 1992 y uno de sus primeros escoltas.

Aunque se conocieron sus cuentas en el banco HSBC reveladas por WikiLeaks y Washington lo investigó –y sancionó- por un entramado de transacciones bancarias, luego se le permitió quedarse en territorio estadounidense a cambio de su colaboración, según explica el periodista Casto Ocando en su libro ‘Chavistas en el imperio’.

Pero más allá de las formalidades de la investigación, las redes sociales han mostrado a su hijo no solo como un gran exponente del deporte ecuestre, sino tan cercano a las élites económicas estadounidenses como para tomarse una foto con las hermanas Kardashian.

El único nombre del chavismo más asociado al derroche que el de Andrade es el de Diego Salazar, primo de Rafael Ramírez, hoy caído en desgracia revolucionaria, pero quien fue el ‘zar petrolero’ de Venezuela, ministro de Energía y presidente de Petróleos de Venezuela por casi 12 años.

Salazar no solo recibió la venia para jugosos contratos con aseguradoras de PDVSA, se convirtió además en una especie de intermediario obligado para muchas de las contrataciones de la estatal.

A medida que aumentaba este poder y su fortuna, su inclinación a gastar se fue haciendo famosa hasta el punto de que investigaciones periodísticas reseñan cómo Salazar se hizo, uno a uno, de todos los apartamentos de un lujoso edificio en Caracas, gustaba de regalar relojes Rolex a sus invitados y mandaba a comprar cajas de champaña de miles de euros.

El último escándalo asociado a su nombre fue su inclinación a “patrocinar” candidatas al Miss Venezuela.

El desastroso control de cambio, vigente en Venezuela desde hace 15 años, en el que el precio del dólar oficial ha estado muy por debajo del precio del dólar paralelo (el negocio para quienes tenían acceso a dólares oficiales se cuenta solo) y las contrataciones del gobierno venezolano para la adquisición de todo tipo de productos se cobija otra gran cantidad de nombres y nuevas fortunas.

Entre estos nombres destaca Samark López, señalado –y sancionado- por Estados Unidos como testaferro del exvicepresidente Tareck El Aissami.

Aunque en sus redes figura como un empresario con inclinaciones a la filantropía, tiene registradas empresas en paraísos fiscales y fue señalado por el Departamento del Tesoro como relacionado con narcotráfico y lavado de dinero. Investigaciones de portales como Armando.info en Caracas y Univisión en Miami dan cuenta de que posee costosas propiedades en Florida y sus negocios con el gobierno venezolano fueron desde la venta de materiales de construcción, hasta alimentos e incluso adornos de Navidad.

Más allá de estos nombres y los casos de corrupción comprobados en su contra, para los venezolanos se ha convertido en un triste deporte descubrir los lujos de los que gozan el alto gobierno y sus familiares a través de las redes sociales o en la vida diaria.

Desde el presidente del Tribunal Supremo de Justicia viviendo en una lujosa mansión en la carísima zona caraqueña del Alto Hatillo hasta comparaciones de fotos dan cuenta de cómo el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, utiliza zapatos de trotar de 700 dólares; la hija de Diosdado Cabello –Daniela- utilizó unos tacones de 800 dólares, o el presidente Maduro deja traslucir de vez en cuando un reloj Patek Phillipe valorado en miles de dólares.

Fuente: El Tiempo

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