China anunció sanciones de represalia contra un grupo de políticos de los Estados Unidos, incluidos los senadores republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, días después de que Washington pusiera en la lista negra a varios políticos chinos por presuntos abusos de los derechos humanos de la minoría uigur.
Por redacción MiamiDiario
Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo que las medidas, que también se dirigieron al congresista republicano Chris Smith, la Comisión Ejecutiva del Congreso de los Estados Unidos sobre China y Sam Brownback, el embajador general de los Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, comenzarían el lunes.
Hua no dio más detalles sobre lo que implicarían las “sanciones correspondientes”.
La semana pasada, Estados Unidos impuso prohibiciones de visa y congelamiento de activos a varios funcionarios chinos, incluido el jefe del Partido Comunista en Xinjiang, Chen Quanguo, por los presuntos abusos en la región occidental.
“Instamos a los EE. UU. A que retiren inmediatamente su decisión equivocada y detengan cualquier palabra y acción que interfiera en los asuntos internos de China y perjudique sus intereses”, dijo Hua.
“China responderá más dependiendo del desarrollo de la situación”.
La medida de China se produce cuando las relaciones entre las dos potencias económicas más grandes del mundo se han desplomado en los últimos años.
Washington y Pekín han intercambiado púas y sanciones por una serie de problemas, desde el comercio hasta las disputas más recientes sobre la pandemia de coronavirus, una ley de seguridad en Hong Kong y las políticas chinas en el Tíbet y Xinjiang.
Testigos y grupos de derechos humanos dicen que China ha reunido a más de un millón de uigures y otros musulmanes turcos en Xinjiang en una vasta campaña de lavado de cerebro destinada a homogeneizar por la fuerza a las minorías en la mayoría Han del país.
El secretario de Estado Mike Pompeo dijo la semana pasada que Estados Unidos estaba actuando contra “abusos horrendos y sistemáticos” en la región, incluido el trabajo forzado, la detención en masa y el control involuntario de la población.
China rechaza las acusaciones, pero ha reconocido el envío de uigures a “centros de educación vocacional” para aprender mandarín y habilidades laborales en un intento por alejarlos del “terrorismo” y el separatismo.
Miembros de la diáspora uigur dicen que sus familiares han sido arrestados por actos aparentemente inocuos, como enviar saludos de Ramadán a amigos o descargar música popular.
Las sanciones de los Estados Unidos se produjeron después de que un nuevo libro de John Bolton, el ex asesor de seguridad nacional de Trump, alegara que el presidente habló con aprobación de la explicación de su homólogo chino de “por qué básicamente estaba construyendo campos de concentración” para internar a los uigures durante una reunión del G20 en Osaka en 2019 a la que solo asistieron intérpretes.
Bolton escribió que el intérprete estadounidense dijo que Trump habló con aprobación de los campos.
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