Un nuevo estudio de la Universidad Complutense de Madrid determinó que la retina es uno de los biomarcadores más prometedores para el diagnóstico precoz de la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores examinaron la rugosidad de las diez capas retinianas y encontraron que en algunas capas de la retina estas medidas indican que las arrugas comienzan en etapas muy tempranas de la enfermedad de Alzheimer.
Para los pacientes, esta es una prueba simple, rápida y de bajo costo. El equipo dice que no se requiere preparación previa. Simplemente se presentan para una cita de oftalmología, se sientan frente a la máquina y pasan unos 4 segundos mirando un punto de luz en el interior: eso genera la imagen e la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT).
El análisis de la rugosidad de la imagen se realiza mediante un programa informático en menos de un minuto.
El equipo dice que con esta nueva técnica, pueden investigar cómo usar la rugosidad de la retina para monitorear y determinar la etapa de la enfermedad de Alzheimer.
Además de utilizarse en la enfermedad de Alzheimer, los métodos podrían aplicarse en el estudio de otras enfermedades, como la ELA o el Parkinson, señaló el estudio publicado en Scientific Reports.
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