Condenado a 650 años de cárcel por ola de crímenes sexuales en la década de 1980

Durante muchos años la policía del Condado de Shelby en Indiana no lograba identificar al hombre que invadía las casas por la noche y estaba armado con un cuchillo o una pistola, donde despertaba a sus víctimas para atarlas y torturarlas sexualmente, informó The New York Times. 

Usualmente se disfrazaba con un abrigo voluminoso y se cubría su rostro con un pasamontañas o mallas. 

Steven Ray Hessler was sentenced to 650 years in prison for brutal sex crimes from the 1980s. Thirty-five years after his last known assault, investigators were able to identify him through DNA extracted from the envelope of a water bill he had licked. https://t.co/yreBO6UMRz pic.twitter.com/pwsdOWohSr

— The New York Times (@nytimes) April 2, 2022

Hallaron su ADN en un sobre de factura años después

El medio newyorkeeno aseguro que en el año 2020 luego de 35 años después de su último asalto sexual conocido en el condado, los investigadores finalmente identificaron al atacante como Steven Ray Hessler oriundo de Greensburg, Pensilvania, quien fue aprehendido y sentenciado a 650 años de cárcel, informó Zona de Prensa RD.

El avance de la investigación se produjo, según los fiscales, cuando el ADN extraído del sobre de una factura de agua que el señor Hessler había plastificado coincidía con el ADN que se había quedado en la cena de su último crimen conocido en el condado de Shelby, 17 de agosto del año 1985.

Gracias al ADN hallado en el sobre el destino de Steven Ray Hessler finalmente condenado a 650 años de cárcel por haber agredido violentamente a siete mujeres, una joven de 16 años y dos hombres en el condado de Shelby entre los años de 1982 y 1985. 

Presentado por 19 cargos 

Hessler se enfrentaba a una pena máxima de 50 años de cárcel por cada cargo delito grave y cada uno de estos era de Clase A. Entre los cargos se encontraban dos cargos de violación, seis de conducta desviada ilegal, siete cargos por robo que resultaron en lesiones corporales.

Asimismo, también se enfrentó a tres cargos por conducta desviada criminal y un cargo de robo. 

Alguna de las sentencias serán concurrentes y por ello el juez dictó la sentencia completa en 650 años de cárcel. 

«He tenido muchas victorias a lo largo de los años. Esta es definitivamente una de las mejores», anunció el fiscal del condado de Shelby, Brad Landwerlen.

Algunas de las testificaciones en la audiencia de sentencia fueron de varias víctimas, quienes recordaban su trauma causado por las acciones de Hessler y acciones continuas de sus ataques. De igual forma explicaron su temor de que el hombre regresará para matarlos luego de atacarlos. 

«Las víctimas sufrieron durante tanto tiempo y se preguntaban si alguien las miraba en la tienda, si un automóvil pasaba lento, si un automóvil pasaba y tocaba la bocina, algo fuera de lo normal. ‘¿Es él? ¿Está viniendo a ¿Va a cumplir con sus amenazas? Se preguntaron sobre eso», mencionó Landwerlen.

«La coincidencia de ADN nos llevó a su casa, a sus computadoras, a sus medios digitales, etc., y eso es lo que él llamó una montaña de evidencia», rectificó el juez.

La policía allanó el domicilio de Steven en agosto del año 2020 y halló fotografías que fueron robadas de una víctima junto con computadoras que demostraban que estaba rastreando a otras dos víctimas, como se temía.

De igual modo,  en la casa de Hessler había ropa y objetos que coincidían con la descripción del atacante que vestía abrigos voluminosos con pasamontañas en los bolsillos.

Por su lado, el abogado del convicto aseguro que éste planea apelar las cuestiones planteadas durante el juicio.