Condenan a enfermero en Texas que mató a cuatro pacientes con inyecciones de aire

William George Davis, un enfermero de Texas, fue condenado el martes por el asesinato de cuatro pacientes que murieron después de que les inyectara aire tras operaciones de corazón.

Tras aproximadamente una de deliberación, un jurado del condado de Smith declaró al hombre culpable de asesinato capital en relación con múltiples víctimas.

Los cuatro pacientes, John Lafferty, Ronald Clark, Christopher Greenway y Joseph Kalina, fallecieron en el Hospital Christus Trinity Mother Frances en Tyler en 2017 y 2018 cuando se recuperaban de cirugías de corazón. Inexplicablemente sufrieron problemas neurológicos y murieron.

“Le gustaba matar a la gente”: un enfermero de Texas fue condenado por asesinar con inyecciones de aire https://t.co/hMwzxO8mBW

— Infobae América (@infobaeamerica) October 20, 2021

Expertos médicos dijeron durante el juicio que una inyección de aire en el sistema arterial del cerebro provoca lesiones cerebrales y la muerte, reseñó Infobae.

El doctor William Yarbrough, neumólogo del área de Dallas, señaló que pudo determinar que había aire en el sistema arterial de los cerebros de las víctimas al ver las imágenes de los escáneres cerebrales. Otro experto también testificó que la sustancia en los cerebros de las víctimas tenía que ser gas.

❗Un enfermero de Hallsville, Texas, fue hallado culpable de matar a cuatro pacientes inyectándoles aire en las arterias.

➡️ Los fiscales han planeado pedir la pena de muerte.https://t.co/jGcmTWKKx3

— Primer Impacto (@PrimerImpacto) October 20, 2021

El abogado de la defensa, Phillip Hayes, dijo al jurado que el hospital tenía problemas y que Davis era un chivo expiatorio al que sólo se acusaba porque estaba allí cuando se produjeron las muertes.

Sin embargo, el fiscal Jacob Putman dijo que el hospital no había cambiado ninguno de sus procedimientos y no había tenido ningún incidente similar desde que el enfermero Davis se fue.

El fiscal Chris Gatewood dijo durante los argumentos finales que a Davis, de 37 años de edad, “le gustaba matar a la gente”.