Por Redacción Miami Diario
Un hombre de Florida subió la parada en lo que respecta a una excusa a la hora de conducir en estado de ebriedad y alegó que su perro era el que iba al volante.
Pero sin importar esta excusa, Scott Garrett fue detenido por conducir erráticamente en la I-95 fuera de Port St. Lucie el mes pasado, de acuerdo con The Smoking Gun.
Cuando los agentes detectaron el olor a alcohol proveniente del automóvil, Garrett afirmó que no conducía el automóvil, que su perro sí.
Sin embargo, la excusa no engañaba a nadie debido a sus “ojos rojos, muy vidriosos y con sangre” y la botella de alcohol en el asiento del pasajero que también lo delataban.
Y la mejor parte era que no había ningún perro en el auto.
Finalmente Garrett les pidió a los oficiales que los llevaran a casa. En cambio, lo llevaron a la cárcel donde lo acusaron de conducir en estado de ebriedad.
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