Cultura, Destacado

Continúa la fascinación con Che Guevara mientras sus víctimas siguen olvidadas

No nos sorprende que el 54 aniversario de la muerte del Che Guevara esté recibiendo cobertura mediática en todo el mundo. Los biógrafos más famosos del Che han dedicado cientos de páginas incluso a las minucias más efímeras de su vida sin casi prestar atención a sus víctimas. Su vestimenta, apariencia, intereses arqueológicos, asma, sexualidad […]

Por Allan Brito
Continúa la fascinación con Che Guevara mientras sus víctimas siguen olvidadas
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

No nos sorprende que el 54 aniversario de la muerte del Che Guevara esté recibiendo cobertura mediática en todo el mundo. Los biógrafos más famosos del Che han dedicado cientos de páginas incluso a las minucias más efímeras de su vida sin casi prestar atención a sus víctimas.

Su vestimenta, apariencia, intereses arqueológicos, asma, sexualidad o correspondencia con familiares han atraído más atención que cualquiera de las vidas que truncó.

Que su rostro adorne las camisetas de opositores a la pena capital es una extraña ironía, ya que el Che de carne y hueso demostró un profundo desprecio por la santidad de la vida.

Primera fila: Miguel Ares Polo, Jesús Carrera Zayas, Cornelio Rojas Fernández, Raúl Clausell Gato; 2nda fila: Rafael García Muñiz, Ariel Lima Lago, José Castaño Quevedo, Fidel Díaz Merquías.

A continuación, lea un extracto de nuestro libro Las Víctimas Olvidadas del Che Guevara (2da ed., 2020) que ayuda a entender cómo nació el culto al Che:

“Ion Mihai Pacepa, quien desertó a Occidente en 1978 siendo el jefe de los servicios de inteligencia de Rumania Securitate, ha escrito que el servicio de inteligencia y la maquinaria de propaganda de Cuba prepararon la campaña en torno al Che Guevara para darle una fachada revolucionaria romántica al comunismo cubano. Afirma que los hermanos Castro decidieron que el Che podía ser representado como un mártir del imperialismo estadounidense por haber sido ejecutado en Bolivia el 9 de octubre de 1967. Según Pacepa, la KGB inmediatamente apoyó la idea y se ordenó a los servicios de inteligencia de los satélites soviéticos, incluido el de Rumania, que echaran una mano a la “Operación Che.” Pacepa explica que la icónica imagen del Che Guevara tomada por el fotógrafo cubano Korda (Alberto Díaz Gutiérrez) fue presentada al mundo por un operativo encubierto de la KGB, el escritor I. Lavresky, en un libro titulado Ernesto Che Guevara, editado por la KGB (Moscú: Progress Publishers, 1976). Luego, la KGB difundió la fotografía de Korda por toda Sudamérica y usó al comunista italiano Giangiacomo Feltrenelli, un editor millonario involucrado con la KGB, para inundar el mundo con la foto en carteles y camisetas.”


El librito de alrededor de 50 páginas está disponible en Amazon en español e inglés. Suma testimonios y material fotográfico inéditos a la extensa bibliografía sobre Guevara, reseña a algunas de sus víctimas y contiene la lista de ejecuciones documentadas hasta la fecha que se le atribuyen a Guevara (los casos se encuentran individualmente en nuestra base de datos). Al comprar la publicación, accede a ese importante material a la vez que apoya nuestro trabajo y nos ayuda a continuarlo.

La manera en que se ha usado la imagen del Che para romantizar a una dictadura criminal debiera estudiarse con un apego a los hechos históricos. A sus víctimas les debemos, como mínimo, la memoria.

Relacionados