No es secreto que desde las últimas semanas los casos de COVID-19 en Florida han aumentado de manera exponencial, en ese sentido, se ha armado toda una revuelta por las distintas decisiones que han tomado algunos líderes políticos, que no parecen seguir un camino en concordancia.
Por redacción MiamiDiario
Quedó al descubierto tras algunas recientes declaraciones, que el alcalde de Miami-Dade, condado con el mayor número de casos en todo el estado, y otros alcades de distintas ciudades, la comunicación no ha sido la mejor.
Por ejemplo, Francis Suárez, alcalde de Mami aseguró que “él (Giménez) no me ha llamado, yo lo llamo a él hace tres semanas cuando empecé a decirle al público que estaba cambiando la información que estaba recibiendo. Él discrepó conmigo y desde ese momento no me ha llamado … el alcalde del condado nunca ha tenido contacto con las otras ciudades grandes para explicar por qué está haciendo las cosas”.
Las 34 localidades que conforman el condado a juicio del alcalde, se han mantenido en reuniones semanales a través de la junta directiva de la Liga de las Ciudades. El alcalde de Doral, Juan Carlos Bermúdez, forma parte de esa junta y asegura “yo me enteré cuando vi a la prensa, desafortunadamente así fue como yo conocí de este cambio”, en referencia a las nuevas normativas y restricciones del condado.
Una de las decisiones que más trajo controversias y donde se evidenció en detalle que las cosas no están bien en materia de lineamiento ante la pandemia fue la decisión de cerrar nuevamente los restaurantes.
A pesar de que la orden es cerrar, algunos alcaldes apuntan a que no existen evidencias sobre si este tipo de locales contribuyen a la propagación del coronavirus:
“No nos dijeron 80% de los casos nuevos tienen restaurantes, o 50% que no hay restaurantes no tienen esas cifras estamos tratando de decidir esas cifras para tomar decisiones educadas”, explica Suárez.
En su momento, Carlos Hernández, alcalde de Hialeah, dijo que hay que ser más estrictos en el cumpliemientos de las normas, pero también reconoció que cada quien parece estar tomando decisiones distintas.
“Porque esto no está ayudando a nadie esto va a destruir la economía local de este condado porque el 80% de estos negocios cuando cierren no van a poderte abrir de nuevo”, advierte Hernández.
Con información de Telemundo 51
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