Procrastinar es un verbo que casi todos ejecutan en algún momento de sus vidas pero que casi nadie sabe su real significado.
Por Cris Kuklis
Podríamos definir a la procrastinación como la sistemática acción de posponer, diferir, aplazar.
¿Lo has probado? Es fantástico y muy relajante. Tomas tu lista de pendientes y pospones todo lo que veas. Chequeos médicos, averiguar por esa maestría que te resulta tan interesante, arreglar esa luz del carro que titila hace semanas, anotarse en el gimnasio, ponerse a buscar nuevo trabajo… todo sirve para ejercer la acción preferida por todos: posponer para otro momento.
Se puede vivir así. Muchos años, y lo mejor…¡Es aceptado socialmente!
“¿Sabes que me dio pereza y no me anoté en el gimnasio?” tendrá por respuesta “jaja, ¡yo tampoco!”
Y procrastinamos, sin consecuencias, sin darle mayor importancia. Simplemente se pasa y listo, ya quedó en el futuro, ya no es nuestro problema.
Pero la vida es acción, e indefectiblemente ese futuro se convierte en presente. Y vuelve a aparecer, con su alarma, con sus señales, con su sensación de angustia. Lo que nos obligará a seguir el juego del círculo vicioso de la procrastinación: aplazarlo… ¡Una vez más!
La vida seguirá. Tal vez estés jugando al procrastinador con dos o tres acciones sencillas que no te interesan y sólo te entretiene posponerlas un poco. Pero también probablemente estés jugando a posponer con acciones importantes y en realidad estás difiriendo tu verdadero tú, la persona que deseas ser, las decisiones que quieres tomar, las acciones que necesitar ejercer para sentirte pleno, seguro, feliz.
Hey, entonces ya no es tan divertido jugar al procrastinador ¿verdad?
No importa que los entornos más cercanos o más lejanos acepten, celebren o no castiguen nuestra procrastinación. Nada de eso importa.
Sobre lo que debes reflexionar es respecto a las acciones importantes de tu vida que estás dejando pasar. Probablemente es por miedo, porque implican esfuerzo, disciplina o cambios importantes para ti o para terceros. Tómate un momento y piensa en ello.
¿Qué decisión estás procrastinando? ¿Por qué?
La respuesta puede ayudarnos a conocernos un poco más y ser un primer paso para convertirnos en la persona que queremos ser. ¿No te parece razón suficiente para no aplazar el chance de permitirte esta instancia de introspección?
Cris Kuklis /Fundador y Director de Centras RH
Ig: @criskuklis
