Opinión

Cristian Kuklis: “Eminencia”

Un reconocido profesor e investigador especialista en matemáticas llamado Adrián Paenza, más de una vez ha mencionado esta historia que les narro a continuación. Por Cristian Kuklis Un hombre estaba viajando en auto junto a su pequeño hijo, cuando tienen un accidente en la ruta cerca de Rosario, Santa Fe, en Argentina. El padre fallece […]

Por Allan Brito
Cristian Kuklis: “Eminencia”
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Un reconocido profesor e investigador especialista en matemáticas llamado Adrián Paenza, más de una vez ha mencionado esta historia que les narro a continuación.

Por Cristian Kuklis

Un hombre estaba viajando en auto junto a su pequeño hijo, cuando tienen un accidente en la ruta cerca de Rosario, Santa Fe, en Argentina. El padre fallece en el acto y el niño es llevado al hospital más cercano. Dado que no tenían un especialista para operarlo, se comunican con el prestigioso Hospital de Niños de Buenos Aires, donde se deciden a enviar una eminencia de la medicina para operar al infante y salvarle la vida. Tras una exitosa operación, el niño sobrevive.

Al recibir el agradecimiento por lo pronto que había viajado desde Buenos Aires hacia Rosario, la eminencia de la medicina sorprende con su respuesta: “¿Cómo no iba a viajar de inmediato si el niño es mi hijo?”

El profesor que narra la historia solicita a la audiencia que ensaye una respuesta lógica. Cuando escucha alguna alternativa sin demasiado sentido u observa caras pensativas, ayuda: “No hay trampas, la respuesta es lógica”.

Tomense un momento y reflexionen. ¿Encontraron la respuesta correcta?

Confieso que yo no lo pude resolverlo. ¿Tú si has podido elegir una resolución para la historia?

La eminencia que opera al niño es una reconocida médica, una especialista, una experta con cientos de operaciones en su haber.

La eminencia es una mujer.

Quien opera al niño es la Directora de Cirugía del Hospital de Niños, pero estamos tan acostumbrados aún hoy a la preferencia masculina en el mercado de trabajo, en los altos cargos de dirección, artísticos y de gestión que antes que pensar que una eminencia puede ser una mujer, primero intentamos alguna explicación más extraña, “¿Se referirá al abuelo del niño? ¿Habrá sido criado por otra persona que lo considera su propio hijo?”

Las mujeres aún hoy, aunque cuando nos permitimos reflexionar al respecto cueste creerlo, ocupan un lugar de desventaja ante los hombres en el mercado de trabajo. Para ocupar posiciones de liderazgo deben demostrar el doble, salarialmente es frecuente que estén uno o dos escalones por debajo de sus pares varones y las empresas les reservan en general las posiciones menos analíticas y las prioriza para la atención al cliente. No es extraño incluso hoy en día que en relevamientos de perfil para seleccionar personal se exprese la lapidaria, obsoleta y absurda frase “mujeres no”.

Quienes sentencian la división sexual del trabajo de manera tan tajante y poco profesional seguramente no comprenderán cuál es la razón por la cual en las organizaciones donde trabajan no hay eminencias.

Cristian Kuklis/Director Centras RH

[email protected]

www.centrasrh.com.ar

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