Opinión

Cuando llegue al Congreso impulsaré un TPS para todos los venezolanos en EE UU

El gobierno venezolano debe rendir cuentas por sus actos. Soy un experto en detectar y exponer corrupción, es a lo que me he dedicado toda mi vida pues antes de entrar a la política fui auditor forense en el Pentágono.  Durante los últimos seis años, como legislador, he expuesto corrupción y abuso en el estado […]

Por Allan Brito
Cuando llegue al Congreso impulsaré un TPS para todos los venezolanos en EE UU
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El gobierno venezolano debe rendir cuentas por sus actos. Soy un experto en detectar y exponer corrupción, es a lo que me he dedicado toda mi vida pues antes de entrar a la política fui auditor forense en el Pentágono.  Durante los últimos seis años, como legislador, he expuesto corrupción y abuso en el estado de Florida.

Por David Richardson

Nicolás Maduro debe pagar por sus crímenes ante la justicia internacional y hacerse responsable por cada crimen de lesa humanidad cometido bajo su gobierno ilegítimo. Cuando llegue al Congreso trabajaré en crear conciencia en relación a estos hechos, y ejerceré la presión necesaria para reformar nuestra política hacia Venezuela en la Cámara baja.

Mis primeros recuerdos y referencias con relación a Venezuela hablaban de un país en franco crecimiento, un país con una economía pujante, un buen sistema educativo, tecnología de punta y unas reservas de petróleo que prometían un futuro envidiable y muy próspero para aquel pequeño país que todos describían como un paraíso.

Hoy veo con horror los titulares de la prensa mundial que hacen eco de una tragedia con las características y la magnitud de una guerra.

Hoy esa tierra sobrevive a medias en un heroico intento por mantenerse en pie tras haber sido arrasada por lo que parece una plaga bíblica, Venezuela es hoy un estado fallido gracias a la obra de unos pocos, esa que empezó con cientos de promesas de la mano de aquel pupilo de Fidel Castro, el demagogo Hugo Chávez, y que hoy se mantiene a través de su hombre designado, Nicolás Maduro, quien resultó ser aún más cruel y sanguinario que su predecesor.

Las palabras más comunes asociadas a esos titulares en relación a esa Venezuela actual son: Hambre, miseria, desnutrición, inseguridad, corrupción, escasez, tortura y asesinatos. No deja de impresionarme como un gobierno ilegítimo conformado por unos pocos se mantiene en el poder a la fuerza tras haber secuestrado una nación entera, sus poderes, y libertades, para llevarla a la quiebra contra todo pronóstico.

Está claro que esta dictadura está compuesta por delincuentes comunes y eso es lo que los bandidos hacen, toman por asalto, violentan y destruyen todo a su paso usando sus armas para someter a sus víctimas. Lo que le han hecho a Venezuela no tiene nombre.

Precisamente por eso pienso que los miembros de la cúpula del “Gobierno” venezolano deben pagar como lo que son, asesinos y ladrones que provocaron la mayor crisis humanitaria vista en este hemisferio. Maduro y su gente deben pagar por cada enfermo que muere por falta de medicinas, por cada niño que perece por desnutrición, por cada venezolano asesinado a manos del hampa.

Pienso que tanto el gobierno de Estados Unidos como el resto de las naciones defensoras de la democracia, instituciones como la ONU, la OEA, así como organizaciones penales y de derechos humanos deben continuar su lucha y hacer más por Venezuela y su gente.

Yo humildemente trato de poner mi granito de arena a diario, escucho a los venezolanos que llegan a nuestra comunidad y trato de encontrar soluciones a sus problemas y necesidades inmediatas. Esta crisis de refugiados que atraviesan los venezolanos se ha extendido a alrededor de todo el globo y creo que es nuestro deber tender nuestra mano a esos hermanos que huyen de su país para tener una vida mejor.

Es por eso que he propuesto un TPS (Estatus de Protección Temporal) para todos los venezolanos que se encuentren en territorio estadounidense. Al llegar al Congreso uno de mis primeros pasos será buscar la aprobación de esta resolución, y  procuraré que las sanciones ya establecidas sean endurecidas e impuestas a cualquier venezolano vinculado directamente con el régimen de Maduro y su cúpula corrupta.

La crisis económica, política, social, humanitaria y sanitaria que enfrenta Venezuela en este momento, no tiene precedentes. Tras 18 años de abusos y atropellos los venezolanos merecen paz y prosperidad, pero sobre todo justicia.

Si bien soy un gran defensor del diálogo, la comunicación frontal y el establecimiento de acuerdos y compromisos, también pienso que no se puede negociar con delincuentes. Lo más sensato por parte del régimen sería escuchar al pueblo y llamar a elecciones libres y anticipadas; pero sabemos que eso no es una posibilidad.

Es por eso que TODOS, tanto los venezolanos que luchan por su país dentro y fuera de sus fronteras, como la comunidad internacional debemos seguir haciendo todos los intentos posibles hasta finalmente alcanzar la libertad de Venezuela y lograr que los responsables paguen por sus crímenes en la justa medida de las atrocidades cometidas.

 

 

 

David Richardson. Representante Estatal y Candidato al Congreso de EE.UU.

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