David Rosen Galleries presenta del 1 al 3 de diciembre la exhibición 'The Path', del artista Joaquín Ávila durante Art Basel en Miami

‘The Path’, la exposición del artista cubano Joaquín Ávila -discípulo del afamado artista español Domingo Zapata-, agrupa un conjunto de obras realizadas en acrílico sobre lienzo, las cuales giran en torno a un eje temático central: interpretaciones del arte clásico al presente, con un lenguaje contemporáneo y pop, presentándose del 1 al 3 de diciembre durante Art Basel en David Rosen Galleries, 177 NW 23rd St. Wynwood Arts District, Miami.

‘The Path’ es la apropiación y recontextualización de obras emblemáticas del pasado de la historia del arte, con la intención de traerlas a nuestro tiempo y discursar sobre temas que preocupan a Joaquín, como los difíciles procesos de transición y adaptación de un artista inmigrante proveniente de una isla comunista; el crecimiento personal y profesional que implica la trayectoria de Cuba a Nueva York -donde reside Joaquín-; entre otros tópicos.

Para este joven artista, insertarse en la Gran Manzana ha sido un proceso de renacimiento, de redescubrimiento de sí mismo en medio de una realidad completamente distinta a la cual lo vió nacer y formarse como artista. Entender a su nuevo público y las diferentes motivaciones e intereses de este; hablarle a un espectador más universal y menos vinculado a la realidad de la isla de Cuba; asumir un sistema cultural y de valores que le era enteramente ajeno, han sido los mayores retos que ha enfrentado Joaquín Ávila, y lo ha hecho con mucho éxito, tal cual se puede apreciar en las obras de esta exposición.

“The Path”, como su título lo indica, es una muestra que habla de los caminos: los diferentes caminos estéticos transitados por Joaquín en su carrera artística, los caminos que condujeron a un joven inmigrante desde una dictadura hasta tierras de libertad y los caminos de la historia del arte desde los clásicos hasta los artistas más contemporáneos.

En este sentido, Joaquín se apropia de reconocidas pinturas de maestros como Rubens, Velázquez, Caravaggio, Da Vinci, Goya, entre otros. En todos los casos, lo hace con un agudo sentido del humor y una deliciosa ironía. Digamos que se trata de una relación de amor-odio con esos maestros del pasado, una relación de admiración, pero también de irreverencia y cuestionamiento. Esa irreverencia está justamente en la pincelada, la cual es siempre muy fresca, gestual, espontánea, con fuertes texturas provocadas por la densidad del acrílico, la espátula y las propias manos del artista. Además, Joaquín usa el espacio vacío como un elemento de vital importancia dentro de las piezas. Por eso vemos zonas inconclusas, que niegan la propia naturaleza del estilo concebido por esos maestros de la historia del arte de los cuales el artista se apropia.

Desde entonces, ha trabajado con el reconocido artista internacional Domingo Zapata con quien ha colaborado en numerosos murales y pinturas que se han exhibido en todo el mundo. En 2017 expuso su obra personal junto con las obras de Domingo Zapata, Alejandro Sanz y Jordi Molla en una exposición colectiva en Art Basel de Miami.