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De shopping por Miami: La nueva normalidad desde el Aventura Mall de Miami-Dade

El condado de Miami-Dade, donde está ubicado el Aventura Mall, encendió las alarmas y dio marcha atrás con algunas medidas (solo se permite ahora comer en restaurantes al aire libre) y hay toque de queda de 10 de la noche a 5 de la mañana. Pero esta enorme mole de 300 locales, uno de los centros comerciales […]

Por Allan Brito
De shopping por Miami: La nueva normalidad desde el Aventura Mall de Miami-Dade
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El condado de Miami-Dade, donde está ubicado el Aventura Mall, encendió las alarmas y dio marcha atrás con algunas medidas (solo se permite ahora comer en restaurantes al aire libre) y hay toque de queda de 10 de la noche a 5 de la mañana. Pero esta enorme mole de 300 locales, uno de los centros comerciales más grandes de Estados Unidos, permanece hoy abierto, aunque con pocos clientes, en medio de fuertes medidas sanitarias.

Por Redacción Miami Diario

Siempre es grato ingresar a ese enclave de aire acondicionado reparador en una ciudad donde estas semanas la sensación térmica se movió en los 39 grados. Siempre entusiasma visitar ese lugar donde conviven las marcas más caras y exclusivas del mundo con otras más accesibles al bolsillo.

Lo primero que llama la atención en el Aventura Mall de Miami es el estacionamiento. Habitualmente es complicado encontrar lugar para dejar el auto en uno de los tantos parkings porque siempre están a tope, colmados de descapotables y vehículos de moda. Pero ahora, con el coronavirus​ rondando, estacionar es tan sencillo como hacerlo frente a una escuela un día feriado.

Lo primero que se ve en el shopping son carteles que advierten que hay que usar obligatoriamente barbijos.

Entrar al edificio que se extiende por varias manzanas es extraño estos días: lo primero que se ve son carteles que advierten que hay que usar obligatoriamente barbijos, guardar dos metros de distancia y seguir la circulación indicada en el piso. Más atrás hay un dispenser con alcohol en gel. Al costado hay una especie de “farmacia electrónica” donde se introducen unos dólares y los olvidadizos pueden comprar tapabocas o máscaras de plástico para circular.

Recién después aparece territorio más o menos parecido a un centro comercial, aunque por los pasillos se ven varios empleados que trapean el piso (a todos los que trabajan aquí se les toma la temperatura antes del horario de apertura). La gran mayoría de los locales están abiertos a los clientes, con horario reducido de 11 de la mañana a 8 de la noche, y con ciertas restricciones. Algunos más refinados, como Cartier, tienen un cartel en la vidriera que advierte que solo se atiende con cita telefónica previa.

El paisaje es igualmente extraño porque en esos pasillos solían transitar mareas de turistas que hablaban distintos idiomas. Ahora, en un país donde las fronteras están prácticamente cerradas, se ve poca gente, la mayoría vecinos de la zona o estadounidenses de otros estados que se animaron a venir a este lugar donde el coronavirus arrasa.

Dispenser con alcohol en gel.

Entradas clausuradas en GAP y otras modificaciones

El local de Abercrombie y el de Victoria´s Secret, por ejemplo, admiten 40 personas a la vez porque son bastante grandes. El de relojes Tag Heuer, solo 2. Para controlar el ingreso en los comercios amplios hay una persona afuera que ofrece alcohol en gel y pide a los clientes formar una fila afuera para esperar si el lugar está colmado. El de GAP tiene varias entradas que están clausuradas y solo se ingresa por una de ellas.

El local de Abercrombie admiten 40 personas a la vez porque es bastante grande.

En un local de calzados la vendedora (no quiere ser identificada) cuenta a que estos días las ventas bajaron y calcula un 50%. “Cuando reabrimos la gente comenzó a venir. Teníamos buenas ofertas de fin de temporada. Pero ahora que hay un rebrote de casos parece que está asustada”, señala.

Los negocios tuvieron que hacer también ciertas modificaciones, no solo en el ingreso de clientes. Se utilizan puertas diferentes para entrar y salir. Como en los pasillos del mall, en el interior de los locales hay calcomanías en el piso que indican el sentido de la circulación. El uso de los probadores está prohibido y las cajas tienen instalado un plástico para evitar el contacto con los clientes. La mayoría desaconseja el uso de efectivo.

Hay calcomanías en el piso que indican el sentido de la circulación.

En el piso de arriba, los puestos de comida de la plaza de comidas funcionan, pero no se puede comer allí (las sillas están arriba de las mesas) y hay que almorzar o cenar al aire libre. Hay varios restaurantes refinados que ahora solo atienden a mesas de no más de 4 comensales y afuera. A las 10 de la noche, cuando empieza el toque de queda, los clientes deben irse a sus casas.

Covid-19: la clave del éxito

En medio de ese escenario inédito y bastante solitario, hay un negocio que sorprende porque le va muy bien. Se trata de un local habilitado hace un mes y medio que se llama oportunamente Covid19 Essentials, que vende barbijos de todo tipo y tamaño, incluso algunos decorados con strass a medida que pueden llegar a costar 120 dólares.

El local Covid19 Essentials vende barbijos de todo tipo y tamaño.

Además, hay aparatos para desinfectar teléfonos y otros objetos, así como adminículos para abrir puertas sin tocarlas con la mano. La vendedora Emily Ramos cuenta que “nos va super, genial. Vendemos 250-300 máscaras por día”. Y resalta que las más pedidas son las que tienen válvula y filtro de carbono, de 39 dólares.

En momentos en que los centros comerciales en el mundo pelean con las ventas online y el cierre de grandes tiendas, el Aventura Mall buscó hace unos años reconvertirse y sumó “experiencias” para toda la familia como lugares de comidas, juegos y un inmenso tobogán. Pero ahora la mayoría de las atracciones están cerradas y limitadas. El coronavirus es hoy la nueva e inesperada realidad con la que luchan.

Fuente: El Clarín

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