A un año de las elecciones a gobernador de Florida, Ron DeSantis, tiene casi 60 millones de dólares en el banco.
El GOP está en la cúspide de convertirse en el partido mayoritario del estado después de borrar la enorme ventaja del registro de votantes de los demócratas, reportó Politico.
Es una situación que ha alarmado a los demócratas, que temen que los días de Florida como estado de batalla hayan terminado y que los donantes nacionales descarten a sus candidatos.
“Ahora mismo los demócratas están inmersos en una política de Powerball. Podrían tener suerte, pero es más probable que ocurra por circunstancias fuera de su control que por su capacidad de cambiar el ambiente político en Florida”, dijo Fernand Amandi, un consultor político y encuestador demócrata con sede en Miami que ayudó a Barack Obama a ganar el estado en 2008 y 2012.
Este no es el lugar en el que los demócratas esperaban estar hace tres años, cuando DeSantis venció al entonces alcalde de Tallahassee, Andrew Gillum, por poco menos de 34.000 votos.
Mucho ha cambiado desde que DeSantis fue elegido por primera vez. Durante la pandemia, DeSantis viró hacia la derecha al pregonar una postura contraria a la detención y a los mandatos de Covid.
Impulsó leyes y políticas que apuntaban a los gigantes de las redes sociales y a los manifestantes por la justicia racial, y luchó contra la enseñanza de la “teoría racial crítica” en las escuelas. Sus políticas elevaron su perfil a nivel nacional y han convertido a DeSantis en el principal aspirante a la presidencia en 2024 si Trump no se presenta.
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