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Desarrollo de vacunas contra el coronavirus podrían estar en tiempo record con nueva tecnología

Los científicos han logrado dar el primer paso crucial hacia la elaboración de una vacuna eficaz contra el nuevo coronavirus (nCoV): los médicos del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han aislado el nuevo virus y analizado su información genética, dijo Xu Wenbo, director del    Instituto de Enfermedades Virales a la agencia de prensa […]

Por Allan Brito
Desarrollo de vacunas contra el coronavirus podrían estar en tiempo record con nueva tecnología
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Los científicos han logrado dar el primer paso crucial hacia la elaboración de una vacuna eficaz contra el nuevo coronavirus (nCoV): los médicos del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han aislado el nuevo virus y analizado su información genética, dijo Xu Wenbo, director del    Instituto de Enfermedades Virales a la agencia de prensa Xinhua.

Por Redacción Miami Diario

Nunca antes en la historia de la humanidad se descubrió tan rápidamente el salto de un nuevo patógeno de un animal –aún desconocido– al hombre, se decodificó por completo un virus, se reprodujo en cultivo celular y se puso a disposición el conocimiento existente tan rápidamente en forma de publicaciones científicas en todo el mundo.

Desarrollo de una vacuna

Así como los investigadores chinos, que ya comenzaron a desarrollar vacunas, médicos en Estados Unidos, Australia y otros países están trabajando en una solución: en Estados Unidos, un nuevo grupo de investigación de vacunas del Instituto Nacional de Salud (NIH) encabezado por Anthony Fauci, director del Instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), se reunió para coordinar la estrategia para el desarrollo de la vacuna.

En un artículo reciente en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, Fauci escribe que las vacunas que ya se han desarrollado contra otros dos coronavirus peligrosos como el SARS y el MERS también pueden proporcionar una buena base para desarrollar una vacuna contra el nCoV.

En el llamado “enfoque de plataforma”, los investigadores usan un virus del resfriado inofensivo e incorporan componentes del coronavirus para activar una respuesta inmune.

Desde que Edward Jenner desarrolló la primera vacuna en el siglo XVIII, contra la viruela, las vacunas han funcionado esencialmente de la misma manera.

Los pacientes reciben una inoculación que contiene un germen debilitado o muerto o algunas de sus proteínas clave. El sistema inmunológico del cuerpo reacciona a él, y la próxima vez que aparezca el germen, el cuerpo puede reconocerlo y neutralizarlo.

Las empresas cultivan los gérmenes o las partes germinales en huevos de gallina o en cubas de células vivas. La fabricación de suficientes gérmenes o proteínas listas para una vacuna y ser utilizada en millones de inyecciones toma un año o más en grandes instalaciones para que estén listas.

Sin embargo, en los últimos años, los científicos han comenzado a explorar un enfoque diferente. En lugar de inyectar parte del germen en sí, las vacunas experimentales entregan los planos genéticos para las partes del germen y permiten que el propio cuerpo del paciente las fabrique.

El ingrediente activo en estas vacunas es el ADN o ARN, las instrucciones genéticas para construir proteínas.

“Ni siquiera necesita un virus infeccioso”, dijo el profesor de microbiología molecular Andrew Pekosz de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.

Todo lo que los científicos necesitan es el código genético del virus. “Y eso estuvo disponible muy temprano en este brote”, dijo.

La cuarentena sigue siendo la medida más efectiva

Que alguna vacuna salga al mercado también depende del curso posterior de la epidemia. Las autoridades chinas actualmente utilizan los medios más efectivos para contener la enfermedad: aislar pacientes y poner en cuarentena ciudades enteras. 43 millones de personas se ven afectadas por la medida.

Una infección por nCoV parece ser mucho menos fatal que una con SARS. En ese caso, aproximadamente el diez por ciento de las 8.000 personas comprobadamente infectadas murieron. Ahora, en cambio, el número de personas infectadas aumenta de manera rápida y constante, pero solo relativamente pocos pacientes mueren a causa de la infección. Y en su mayoría son personas mayores con enfermedades previas.

El profesor Mark Harris, virólogo de la Escuela de Biología Molecular y Celular de la Universidad de Leeds, estima que la tasa de mortalidad es de solo un 0,1 por ciento. En su estimación, tiene en cuenta el alto número probable de casos no reportados de pacientes con un curso relativamente leve de la enfermedad que ni siquiera van a las clínicas y, por lo tanto, no están registrados en las estadísticas oficiales. Si su teoría es correcta, el nuevo virus sería un poco más peligroso que la gripe estacional habitual.

Todavía hay una falta de claridad sobre cuán altamente contagioso es realmente el virus. Las autoridades sanitarias chinas habían asumido temporalmente que los portadores del virus nCoV podrían infectar a otras personas si ellos mismos no mostraban síntomas. Si bien eso explicaría por qué la epidemia podría extenderse tan rápidamente, los médicos ahora han cuestionado esta evaluación.

Fuente: Voa Noticias

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