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Descubre en cinco claves cómo crear hábitos saludables

A medida que las vacunas contra la COVID-19 continúan distribuyéndose en todo el país y la vida poco a poco comienza a volver a la normalidad, los expertos dicen que este es un buen momento para reevaluar tus hábitos y considerar hacer cambios para mejorar tu salud y bienestar. Las investigaciones demuestran que el comienzo […]

Por Allan Brito
Descubre en cinco claves cómo crear hábitos saludables
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A medida que las vacunas contra la COVID-19 continúan distribuyéndose en todo el país y la vida poco a poco comienza a volver a la normalidad, los expertos dicen que este es un buen momento para reevaluar tus hábitos y considerar hacer cambios para mejorar tu salud y bienestar.

Las investigaciones demuestran que el comienzo de cualquier nueva fase —ya sea la reanudación de la vida después de la pandemia, cumplir un año más o los días vigorizantes de la primavera— puede servir como una poderosa motivación psicológica para impulsar nuevos hábitos, reportó Runtastic.

Es lo que se conoce como el “efecto de un nuevo comienzo”.

1) Define lo que quieres

El primer paso para adquirir hábitos saludables es descubrir cuáles son los hábitos que quieres mantener. Con tal de conseguirlo, tienes que tener claros tus objetivos.

Según un estudio publicado en la revista científica Journal of Consulting and Clinical Psychology, el hecho de fijarse objetivos es una técnica de cambio de comportamiento que sirve como componente fundamental de intervenciones exitosas.

Los investigadores coinciden en que debes fijarte objetivos para maximizar cambios en el comportamiento.

Invierte tiempo en explorar y descubrir qué quieres y qué necesitas en este momento en tu vida. Ser consciente de ello te permitirá dar el siguiente paso: formular un plan específico.

2) Haz un plan

Una vez tengas los objetivos claros, tienes que definir un plan con acciones realistas. Céntrate en pequeños pasos que puedas hacer y repítelos para conseguir tus objetivos.

Un estudio publicado en la revista científica British Journal of General Practice sugiere que una estrategia de cambio de comportamiento efectiva es un enfoque basado en pequeños cambios.

Estos son algunos ejemplos de pasos específicos que puedes añadir a tu rutina y hacer que se conviertan en hábitos:

Invierte tiempo por la mañana para meditar: empezar el día con prisas te pondrá de mal humor y te empeorará la rutina. Si reservas un poco de tiempo por la mañana para reflexionar, mostrar gratitud o meditar tendrás más energía para afrontar el nuevo día.

Come un desayuno saludable: no todo el mundo tiene el mismo apetito por la mañana, así que puedes basar tus desayunos según las necesidades de tu cuerpo. Generalmente, un desayuno rico en proteína y grasas saludables te llenará de energía.

Bebe un vaso de agua antes de salir de casa.

Haz algo de ejercicio en la pausa para comer.

Merienda por la tarde: es el momento del día en el que las energías empiezan a decaer, así que tener un snack saludable a mano es siempre una buena idea.

3) Sé constante

Según algunos estudios, la mera repetición de una simple acción la convierte en habitual, porque se activa automáticamente después de claves contextuales.

En otras palabras, cuando repites ciertos comportamiento después de situaciones determinadas, con el tiempo el cerebro acepta estas acciones como automáticas.

Por ejemplo, si entrenas antes de desayunar, la automaticidad de este comportamiento aumentará con el tiempo. Así, si te acostumbras a hacer esta actividad cada día antes del desayuno, el cerebro se preparará automáticamente para entrenar, en vez de tener que tomar la decisión de forma consciente.

Una buena forma de empezar es escogiendo algunos hábitos que te gustaría incluir en tu rutina matutina, como meditar, beber un vaso de agua al levantarte o pasar un rato sin móvil para empezar el día.

4) Supera los contratiempos

Los contratiempos pueden aparecer en cualquier momento cuando estás intentando conseguir un objetivo.

Habrá días en los que no seguirás tu plan a la perfección, en los que te saltarás un entrenamiento, en los que te dejarás llevar por los antojos o en los que no habrás dormido lo suficiente.

Según un grupo de investigadores en Londres, saltarse ocasionalmente la rutina de un comportamiento, no afecta de forma seria el proceso de formación de hábitos.

Obviamente, cuanto más tiempo estés sin hacer las acciones, más difícil será volver a recuperar el estatus de “hábito”. Así que, aunque a veces está bien saltarse la rutina, intenta volver al plan tan rápido como sea posible para no romper el hábito.

5) Tómate un respiro

Si te lo tomas demasiado en serio, te será más difícil mantener el hábito. Queremos trabajar duro para estar sanos, pero también tiene que haber momentos de pausa. Resérvate tiempo cada semana para la relajación y la reflexión. No te olvides de la positividad y la gratitud y de recompensar el cuerpo por todo lo que te permite hacer.

En este tiempo de pausa, puedes dar un paseo relajante, participar en una clase de yoga, darte un masaje o leer un libro en el sofá. Usa este tiempo para recuperar el cuerpo y la mente para otra semana de bienestar.

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