América del Norte, de acuerdo con un estudio publicado este miércoles, tuvo presencia humana hace 30.000 años. La investigación confronta la idea de que las personas están en el continente desde hace 15.000 años,, según publicó rt
Por Redacción Miami Diario
El hallazgo se produjo luego de algunas excavaciones a la cueva llamada Chiquihuite, en el estado de Zacatecas, al norte de México. Se trata de una zona montañosa, “controlada por carteles de la droga”, afirman desde la Universidad de Cambridge (Reino Unido). La entidad compartió la noticia porque Eske Willerslev, profesor en esa casa de estudios, fue uno de los coordinadores de la investigación. Los investigadores encontraron presencia humana en ese lugar.
Willerslev agregó que “estos primeros visitantes no ocuparon la cueva continuamente, creemos que la gente pasó parte del año allí utilizándola como refugio de invierno o verano, o como base para cazar durante la migración”, comentó “Podría ser el hotel más antiguo de América”.
Un enigma
Ciprian Ardelean, arqueólogo de la Universidad de Zacatecas, fue otro de los directores del proyecto: “No sabemos quiénes eran, de dónde venían ni a dónde iban. Son un enigma completo“, manifestó. En esa línea, sostuvo: “Asumimos falsamente que las poblaciones indígenas en las Américas de hoy son descendientes directos de los primeros estadounidenses, pero ahora no creemos que sea así”.
Añadió que “cuando la famosa población de Clovis ingresó a EE.UU., los primeros estadounidenses habían desaparecido miles de años antes”. De hecho, este experto indica que “podrían haber muchas colonizaciones fallidas que se perdieron en el tiempo y no dejaron rastros genéticos en la población actual”.
Un dato a considerar es que aquella cueva está ubicada a 2.750 metros sobre el nivel del mar. Allí descubrieron casi 2.000 herramientas de piedra y fragmentos de ellas, denominados como “escamas”. Gracias al análisis de ADN en los restos de plantas y animales alrededor de dichos instrumentos históricos, se pudo determinar la antigüedad de la presencia humana.
Por otro lado, al no haber ADN de personas, se fortalece la hipótesis de que los primeros individuos del lugar no se habrían quedado mucho tiempo en ese sitio.