Un joven inmigrante venezolano cruzó esta semana el Río Grande, que separa la frontera de México con Estados Unidos, mientras cargaba en sus brazos a una anciana que intentaba entrar al país estadounidense.
Un video subido a las redes sociales por el reportero Jorge Ventura, del Daily Caller, muestra a la anciana delgada y con problemas de movilidad, siendo asistida por un agente migratorio al que le dice ser originaria de Maracaibo, en el Estado de Zulia. “Soy Irma”, explica la señora que después comenta que tiene 80 años.
Junto a Irma cruzó un gran grupo de venezolanos que decidió buscar una mejor vida en otras fronteras.
En varios vídeos y fotos de los periodistas presentes en ese punto de la frontera texana se observaron hombres jóvenes ayudando a mujeres, madres que cargan a bebés o que llevan de la mano a niños con muñecos y otros que se arrodillan, se abrazan y lloran tras tocar suelo estadounidense, a la que alguno llama “tierra bendita”, todo esto tras huir de la crisis económica y política que ha afectado al país latinoamericano por los últimos años.
Según las últimas cifras de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 5,5 millones de personas, ha salido de Venezuela, la mayoría “sin perspectivas de retorno a corto o mediano plazo”. Ese organismo ha calificado al venezolano como el “éxodo más grande de la historia reciente de América Latina”, unos migrantes que “llegan en extrema necesidad” y que a menudo deben enfrentarse a la “explotación laboral y sexual, el tráfico de personas, la violencia y a la discriminación”.
Durante los últimos meses se ha registrado un aumento de migrantes provenientes de Venezuela en la frontera de EE.UU., en menos de una semana autoridades han contado cerca de 750 venezolanos cruzando el Río Grande.
