Cuba, Vida saludable

Desgarradora carta de doctora cubana le da la vuelta al mundo

El pasado 4 de marzo, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) publicó una carta abierta a Raúl Castro. La misiva fue redactada por Nelva Ortega, doctora en medicina, y en ella explicó los motivos por los cuales renunció a su labor como médico Por Redacción MiamiDiario Nelva Ortega es una joven santiaguera de 28 años que […]

Por Allan Brito
Desgarradora carta de doctora cubana le da la vuelta al mundo
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El pasado 4 de marzo, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) publicó una carta abierta a Raúl Castro. La misiva fue redactada por Nelva Ortega, doctora en medicina, y en ella explicó los motivos por los cuales renunció a su labor como médico

Por Redacción MiamiDiario

Nelva Ortega es una joven santiaguera de 28 años que perteneció a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y fue adoctrinada desde pequeña bajo el lema de “seremos como el Che”. Ella llegó hace más de un año como médico de familia al reparto Altamira en Santiago de Cuba, donde reside la sede principal de la UNPACU.

La misión que le encomendó el régimen no cubrió sus expectativas, sino todo lo contrario. Los agentes que constantemente la acosaban para tratar de obtener información sobre el estado de salud de los opositores, no contaban con que Nelva dejara de ser una doctora más, que calla, que busca diplomas y reconocimientos para irse de “misión” para convertirse en un ejemplo para sus colegas por decidir ser una valiente activista y defensora de los derechos humanos, y líder de un proyecto comunitario de salud dirigido a los activistas y vecinos de esa misma comunidad. Mucho menos pensaron que renunciaría de manera pública y que su carta diera la vuelta al mundo.

A continuación, el texto de la carta.

“Carta abierta de una médico a un dictador

Por: Dra. Nelva Ismarays Ortega Tamayo

Especialista en Medicina General Integral

A: General Raúl Castro Ruz, Dictador de Cuba

General dictador de Cuba Raúl Castro Ruz, el objetivo de esta Carta abierta es exponer, a su régimen y al mundo, las razones fundamentales por las que he decidido renunciar a mi labor como médico al servicio de un sistema inhumano que viola los más elementales derechos del ciudadano, que golpea hasta a niños, ancianos y mujeres embarazadas, que usa la medicina con fines políticos y a los médicos y enfermeras como mano de obra esclava.

Mi decisión viene madurando hace ya algún tiempo. Son demasiadas injusticias, excesivas mentiras y justificaciones. Siempre culpando a otros de lo que es responsabilidad total de un cruel sistema que solo se preocupa, hipócritamente, por el ser humano en la medida en que es necesario para que este se someta dócilmente a los dictados y caprichos del dictador de turno.

¿Por qué le escribo a usted y no al Ministro de Salud Pública o a Miguel Díaz-Canel? Por una sencilla razón, se enfrenta al amo, se le habla al principal responsable, vivo, del sufrimiento de toda una nación. Como millones de jóvenes cubanos fui adoctrinada y engañada, soy hija y nieta de personas también adoctrinadas y usadas por la tiranía que inició su hermano Fidel Castro.

Milité, por desgracia, en las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Fui presionada por su policía política para qué, como médico, vigilara e influyera en opositores pacíficos que solo buscan que se respeten los derechos humanos. Sus agentes me exigieron que debía colaborar con ellos y darles información de la salud y de todo cuanto supiera del líder de la Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, José Daniel Ferrer García.

Acercarme a la UNPACU y a su líder, fue el peor error que cometieron. Si bien es cierto, que tenía mis dudas, inconformidades e inquietudes, también es real que como otros muchos profesionales solo pensaba en mi carrera como médico, y en ayudar a mi humilde y sacrificada familia. Para poder hacerlo, esperaba salir de “misión” al extranjero. Es decir, salir como instrumento político y mano de obra esclava. Con la UNPACU conocí de dignidad, de derechos humanos, de democracia, justicia, y de la verdadera y perversa esencia del régimen que usted encabeza.

Por romper con el régimen, por unirme a la UNPACU y compartir mi vida con su líder, un hombre muy humano y valiente, que verdaderamente ama a nuestra patria, la Dirección de Salud Pública en el Municipio Santiago de Cuba, ha tomado en mi contra injustas medidas y sanciones. Mi familia ha sido presionada por su policía política para que a su vez me presionen para que vuelva al redil.

Ahora bien, la gota que colmó la copa cayó el pasado 11 de febrero cuando decenas de agentes del Ministerio del Interior, en su mayoría fuerzas de asalto, irrumpieron en 8 hogares de miembros de la UNPACU con tal violencia que, si no lo hubiese vivido, no lo hubiera creído. Golpearon a muchos, golpearon a mi abuela, una anciana postrada y me golpearon a mí con cinco meses de gestación. Nos robaron y rompieron todo. Hasta los alimentos y las medicinas con que curamos enfermos, se las robaron sus agentes. También me despojaron de mis medios de trabajo. Todas estas graves acciones y otras similares en días posteriores, en venganza porque hicimos campaña pacífica y legal por el “NO” a su Constitución estalinista.

Durante 15 días sus fuerzas represivas cercaron totalmente nuestro hogar y no me dejaban salir a trabajar. Las pocas veces que pude salir a gestiones personales, fui víctima de violencia y humillaciones por sus agresivos agentes. Aún continúa el cerco y todas las noches nos apedrean nuestro hogar. En fin, he vivido y visto tanta crueldad y sin sentido, que solo pensaba que ocurrieron en regímenes como el de Adolfo Hitler y Benito Mussolini.

Renuncio a continuar trabajando para el Ministerio de Salud Pública de su régimen tiránico, no me usarán más, en lo más mínimo; pero nunca dejaré de ejercer mi noble profesión. Continuaré atendiendo a los activistas golpeados, perseguidos y marginados, seguiré atendiendo a todo enfermo que solicite mis servicios. Seguiré denunciando las injusticias de su régimen contra médicos y pacientes. Continuaré sirviendo a mi pueblo y luchando por su libertad.

Estoy completamente curada del síndrome que más daño ha hecho a nuestro pueblo: el “síndrome de indefensión” y estaré ayudando a otros médicos y trabajadores de la Salud, a liberarse de tan dañina patología. Su dictadura caerá y los médicos podremos ejercer con dignidad y libertad nuestra sagrada profesión. Tendremos adecuadas condiciones de trabajo y salarios decorosos. Nadie nos usará como instrumentos políticos. El pueblo todo tendrá salud de excelencia y no tendrá que pagarla con sumisión y miseria. Los cubanos viviremos en libertad y con prosperidad. Puede estar usted seguro.

Dra. Nelva Ismarays Ortega Tamayo
Especialista en Medicina General Integral
Registro Profesional 186670
Santiago de Cuba, 4 de marzo de 2019″

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