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¡Desoladora situación! Estudio cuantificó cómo el trabajo excesivo nos está matando

Un estudio demostró que muchas personas están enfrentando un deterioro en su salud debido a sus intensos horarios de trabajo. Una investigación nueva y seria -descrita como el primer estudio en cuantificar el impacto en la salud de las largas jornadas laborales- ha mostrado lo desoladora que es la situación, reportó la BBC. En un […]

Por Allan Brito
¡Desoladora situación! Estudio cuantificó cómo el trabajo excesivo nos está matando
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Un estudio demostró que muchas personas están enfrentando un deterioro en su salud debido a sus intensos horarios de trabajo.

Una investigación nueva y seria -descrita como el primer estudio en cuantificar el impacto en la salud de las largas jornadas laborales- ha mostrado lo desoladora que es la situación, reportó la BBC.

En un artículo publicado el 17 de mayo, los autores, de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señalan que, cada año, 750.000 personas mueren de enfermedad coronaria isquémica y apoplejía, debido a largas horas de trabajo.

En otras palabras, más gente muere por trabajo excesivo que de malaria. Esta es una crisis global, que requiere igual atención de empleados, compañías y gobiernos. Y, si no lo resolvemos, el problema no sólo podría continuar, sino empeorar.

Cómo el exceso de trabajo afecta la salud

En el estudio, publicado en la revista Environment International, los investigadores analizaron sistemáticamente los datos de largas jornadas de trabajo, definidas como 55 horas o más a la semana; su impacto en la salud y tasas de mortalidad de la mayoría de los países, entre 2000 y 2016.

Los autores aplicaron factores de control como género y nivel socioeconómico, para extraer los efectos puros del trabajo excesivo en la salud.

El estudio establece que el trabajo excesivo es el mayor factor de enfermedad ocupacional, responsable de más o menos una tercera parte de la carga total de enfermedades relacionadas con el trabajo. “Yo personalmente, como epidemiólogo, quedé extremadamente sorprendido cuando trabajamos las cifras”, dice Frank Pega, especialista técnico de la OMS y principal autor del artículo. “Me sorprendió extremadamente el tamaño de la carga”. Describe los resultados como moderados, aunque clínicamente significativos.

Hay dos maneras principales en las que el trabajo excesivo puede reducir la salud y la longevidad. Una es el impacto biológico del estrés crónico, con un repunte en las hormonas del estrés que genera hipertensión y eleva el colesterol.

Luego vienen los cambios de comportamiento. Esas largas jornadas podrían significar dormir poco, hacer escaso ejercicio, comer comida poco sana y fumar y beber para soportarlas.

Y hay razones particulares para preocuparse sobre el trabajo excesivo, tanto mientras estemos en la pandemia de covid-19, como en la vida que tengamos después. La pandemia ha intensificado algunos estreses laborales, al tiempo que genera nuevas formas de cansancio en el lugar de trabajo.

Focos de exceso de trabajo

Según los datos del artículo, 9% de la población mundial -una cifra que incluye niños- está trabajando jornadas excesivas. Y, desde el año 2000, el número de personas que trabajan en exceso ha estado aumentando.

El trabajo excesivo afecta diferentes grupos de trabajadores de maneras distintas.

Los hombres trabajan más horas que las mujeres en todas las franjas etarias. El exceso de trabajo alcanza su punto máximo a comienzos de la mediana edad, aunque los efectos en la salud podrían manifestarse más tarde.

(Los autores del estudio usaron un período de desfase de 10 años para rastrear los efectos del exceso de trabajo relativo al inicio de la enfermedad; después de todo, la “muerte por exceso de trabajo” no sucede de la noche a la mañana).

Los datos también muestran que las personas del sudeste asiático parecen tener las jornadas más largas; en Europa, las más cortas.

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