Venezuela

Destapan otro caso de corrupción. Se trata de un inconcluso proyecto chino en Venezuela

Uno de los tantos proyectos que diseñó Hugo Chávez durante su gestión de gobierno quedó inconcluso. Este plan pretendía alimentar a millones de personas, según una investigación de Lta.Reuters Por Redacción Miami Diario Un gigante de la construcción china firmó un acuerdo con el fallecido presidente Hugo Chávez para la construcción de nuevos puentes y carreteras, […]

Por Allan Brito
Destapan otro caso de corrupción.  Se trata de un inconcluso proyecto chino en Venezuela
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Uno de los tantos proyectos que diseñó Hugo Chávez durante su gestión de gobierno quedó inconcluso. Este plan pretendía alimentar a millones de personas, según una investigación de Lta.Reuters

Por Redacción Miami Diario

Un gigante de la construcción china firmó un acuerdo con el fallecido presidente Hugo Chávez para la construcción de nuevos puentes y carreteras, un laboratorio de alimentos con tecnología de punta y la planta de procesamiento de arroz más grande de América Latina. El ambicioso proyecto se desarrollaría en Delta Amacuro, un remoto estado venezolano sobre el mar Caribe.

El acuerdo fue suscrito con la estatal CAMC Engineering Ltd de China (2010) y contemplaba arrozales dos veces más grandes que la superficie de Manhattan. El proyecto generaría puestos de trabajo para muchos de los 110.000 residentes del área, según la investigación de Reuters.

La idea del proyecto en esa región del país era dar fe del compromiso del gobierno socialista con los pobres y presentar a Chávez y a Nicolás Maduro como aliados de China; demostrar que junto a estos aliados podían desarrollar áreas productivas más allá de los generosos yacimientos petrolíferos de Venezuela.

A casi una década, la planta de arroz está a medio construir y opera al menos del uno por ciento de lo prometido. No ha producido un sólo grano cultivado localmente, de acuerdo con lo expresado por muchos de los involucrados en el proyecto. Lo peor de todo es que los habitantes de Delta Amacuro tienen serias dificultades para comer.

Pero CAMC y unos pocos socios venezolanos sí lograron avanzar. Venezuela le pagó a CAMC al menos 100 millones de dólares por el estancado plan, según los contratos del proyecto y documentos de una investigación hecha por fiscales en Europa.

A través de una acusación formal (realizada en septiembre pasado), un juez de un tribunal superior de Andorra dijo que CAMC pagó más de 100 millones de dólares en sobornos para asegurarse el proyecto de arroz y por lo menos otros cuatro contratos agrícolas.

 

Procesó a 12 venezolanos por delitos que incluyen lavado de dinero y conspiración para lavar dinero. Entre los procesados ​​está Diego Salazar, primo de un exministro de Petróleo que, según los investigadores, facilitó los contratos. También fue procesado el que en ese momento era el máximo representante en China de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA o PDVSA.

Además de esto, 16 personas de diferentes nacionalidades también fueron procesadas y al menos otros cuatro venezolanos, una de las cuales fue embajadora en Pekín y ahora es la diplomática más importante del país en Londres, están bajo investigación, de acuerdo con los documentos.

El País de España publicó los nombres de los procesados, así como su asociación con empresas chinas. Muchos de los casos están sellados en Andorra; sin embargo, la información a la que tuvo acceso Reuters muestra cómo CAMC y otras compañías chinas establecieron vínculos con muchos de los procesados y les pagaron para ganar proyectos que las compañías a menudo ni completaron.

Los fiscales revelaron que se fraguó una cultura de amplio alcance de sobornos, pagados a través de cuentas “offshore”, en la que intermediarios venezolanos bien conectados se beneficiaron y que finalmente paralizó proyectos que se suponía serían para desarrollar rincones olvidados del país.

De acuerdo con los contratos revisados por Reuters, la compañía recibió al menos la mitad del valor del contrato de 200 millones de dólares para el proyecto de arroz y al menos el 40 por ciento del valor del contrato para los otros cuatro desarrollos, un total combinado de al menos 1.400 millones de dólares por trabajos nunca finalizados.

Ni CAMC ni ninguno de sus ejecutivos fueron acusados.

A través de un comunicado, la compañía con sede en Pekín indicó que los detalles y las afirmaciones hechas en los documentos judiciales incluyen “una gran cantidad de inexactitudes”, pero no dio más detalles.

“Nuestra compañía opera en Venezuela respetando la idea de integridad y se esfuerza por completar cada proyecto de construcción con la mejor tecnología y administración”, destacó la empresa en un comunicado.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China le señaló a Reuters que los “reportes” sobre supuestos sobornos de parte de compañías chinas en Venezuela “obviamente distorsionaron y exageraron los hechos, con una agenda oculta”.

Los funcionarios del Ministerio de Comunicación de Venezuela, ni de PDVSA respondieron a las interrogantes de Reuters.

 

No está claro cuándo enfrentarán un juicio aquellos que están procesados

Estancamiento y corrupción

Personas relacionadas con los proyectos informaron que algunos desarrollos se han estancado por la corrupción, mientras que otros fueron desviados por la incompetencia y la falta de supervisión.

Los funcionarios gubernamentales admiten que en el caso de Delta Amacuro hubo una mezcla de ambos elementos.

El coordinador estatal de la agencia de desarrollo rural de Venezuela, que trabajó con CAMC, Víctor Meza, apuntó que el gobierno abandonó el proyecto. “Se perdió todo, se robaron todo”.

Reuters pudo constatar durante su visita a Delta Amacuro que la planta de arroz no ha sido terminada. Sólo uno de sus 10 silos, lleno a medias, contenía granos.

Algunas de las maquinarias estaban operativas, pero para el procesamiento de arroz de Brasil. Los arrozales cercanos estaban en barbecho, el laboratorio no tenía muebles ni uso, mientras que las carreteras y los puentes aún debían ser construidos.

En el pasado, Tucupita fue una parada para los barcos que enviaban mercancías desde fábricas del interior a compradores en el Caribe y otros sitios. Esta ciudad de 86.000 habitantes es la capital de Delta Amacuro y abraza las orillas del Caño Manamo, que es una rama del Orinoco, uno de los ríos más grandes de Sudamérica.

Los gobiernos de Venezuela y China crearon un fondo de desarrollo conjunto en 2009. “¿No vamos a estar nosotros agradecidos de China?”, preguntó Chávez en una ceremonia desde el palacio presidencial en Caracas.

 

 

Chávez le prometió el suministro de petróleo a Pekín “por los próximos 500 años”. En el evento se dieron cita el presidente de CAMC, Luo Yan y Rafael Ramírez, un hombre de confianza de Chávez que dirigió PDVSA y el ministerio de Petróleo durante una década.

Según los documentos, el banco recibió 32.000 millones de dólares del Banco de Desarrollo de China y otros 6.000 millones de un fondo creado por Chávez para financiar proyectos de infraestructura con dinero del petróleo y las reservas internacionales.

La información revela que Salazar empezó a acercarse a los ejecutivos chinos, ofreciendo sus servicios como un consultor muy bien conectado. Viajó a China mensualmente y comenzó a pagar a los funcionarios venezolanos allí para forjar vínculos con empresas como CAMC.

Estas fueron las palabras de Salazar a los investigadores andorranos : “Mi trabajo era convencerles con reuniones, viajes y promoción para firmar contratos con mi empresa”

Los registros del banco muestran que la compañía pagó 49 millones de dólares en la cuenta BPA de Salazar y otros 72 millones de dólares después de que Sinohydro se asegurara contratos adicionales para plantas eléctricas.

La compañía eventualmente construyó cuatro plantas, pero ninguna cumplió con las especificaciones completas del contrato, dicen ingenieros.

La empresa de Salazar llegó a ganar más de 100 millones de dólares al año, según su testimonio y el de algunos de sus ayudantes.

Luis Mariano Rodríguez, un asistente de Salazar, comentó que su jefe tenía una maleta llena de contratos.

“Firmamos con todas las empresas posibles y algunas de ellas no ejecutaron ninguna obra”, agregó.

Las alarmas en el mundo se encendieron cuando Salazar empezó a despilfarrar el dinero, llegando a pagar decenas de miles de dólares por estadías en hoteles y gastando millones en regalos. Por 1 millón de dólares, compró 83 relojes Rolex y Cartier a un joyero de Caracas, de acuerdo con una factura que aparece en los documentos judiciales.

La policía andorrana comenzó a hacer averiguaciones sobre Salazar. Investigadores franceses les habían preguntado sobre una transacción reciente: desde su cuenta de BPA, Salazar había transferido 99.980 dólares a un empleado de un hotel de París como “una propina por los servicios prestados”. No está claro cuáles fueron esos servicios.

En el mes de may se iniciaron las conversaciones sobre el proyecto de arroz, y Rodríguez se reunió con Wang Hong, vicepresidente de CAMC en Caracas, según muestra el contrato que ambos hombres firmaron.

En el contrato, acordaron que CAMC pagaría a la compañía de Salazar el 10 por ciento del precio del contrato para ayudarlo a “ganar”.

Con información de: Lta.Reuters

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