En Estados Unidos es ilegal cortarle las aletas a un tiburón y luego deshacerse del resto del cuerpo. Esta práctica denominada aleteo, es una de las causas de la alarmente disminución de la población de tiburones, y ha sido denunciada por los ambientalistas.
Pero este martes el Servicio Guardacostas de la Estación de Islamorada detuvo a un barco pesquero comercial al norte de los Cayos de la Florida y descubrió que estaba lleno de tiburones descuartizados y 11 aletas.
Por Redacción MiamiDiario
Según un comunicado de prensa del Servicio Guardacostas el Miss Shell, una embarcación de 40 pies de eslora, fue detenida no lejos de South Sound Creek, ubicado cerca del Parque Estatal de Arrecife Coralino John Pennekamp, en Key Largo. La embarcación fue detenida por mantener de forma impropia las luces de navegación.
La tripulación de un barco patrullero del Servicio Guardacostas, acompañada por un agente de la Comisión de Pesca y Conservación de la Vida Silvestre de la Florida (FWC), abordó el Miss Shell y encontró las aletas y los restos de tiburón.
Foto referencial/Archivo
Según el Nuevo Herald desde el 2000, las leyes federales prohíben que se capturen tiburones, se les corten las aletas y se deseche el resto del pez.
El Servicio Nacional de Pesca Marina, perteneciente a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), está investigando el caso.
La portavoz del Departamento de Pesca de la NOA, Allison Garrett, informó que hasta el momento, no hay información sobre arrestos. “Se trata de una investigación que está en sus primeras etapas”, dijo.
De acuerdo con el comunicado de prensa del Servicio Guardacostas, entre los cargos pendientes contra el capitán del Miss Shell está el no conservar a un tiburón de forma apropiada y haberle cortado las aletas.
El Miss Shell está registrado a nombre de la compañía Miss Shell Seafood Incorporated, de Tavernier, aparece en el portal del Servicio Nacional de Pesca Marina.
Un mercado criminal
Estados Unidos, junto a la Unión Europea y la mayoría de países suramericanos luchan por la total erradicación del aleteo considerada una cruel actividad pesquera. Pero para lograrlo deben hacer frente a los intereses de las potentes flotas tiburoneras de China y Japón, países que amparan a sus pescadores y defienden su derecho a perpetrar el aleteo.
Como reseña La Vanguardia en la subasta de pescado de Hong Kong, que acoge más de la mitad del negocio mundial de aletas de tiburón, los mayoristas pueden llegar a pagar casi mil euros por una buena pieza.
“El motivo de tan elevado precio es el mismo que impulsa a la mafia del marfil o del cuerno de rinoceronte: el aumento de la demanda en China, donde el incremento de la clase alta está disparando el consumo de este tipo de productos”.
Con información de El Nuevo Herald
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