Nicaragua

Diálogo en Nicaragua podría reanudarse la próxima semana

El Cardenal Leopoldo Brenes a la salida de una reunión sostenida con miembros de organismos de derechos humanos internacionales. Foto: Cortesía Orlando Valenzuela. La grave crisis que atraviesa la nación nicaragüense continúa generando gran preocupación internacional, sobre todo por la sistemática violación de los derechos humanos en el país centroamericano. El tema de las mediaciones […]

Por Allan Brito
Diálogo en Nicaragua podría reanudarse la próxima semana
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

El Cardenal Leopoldo Brenes a la salida de una reunión sostenida con miembros de organismos de derechos humanos internacionales. Foto: Cortesía Orlando Valenzuela.

La grave crisis que atraviesa la nación nicaragüense continúa generando gran preocupación internacional, sobre todo por la sistemática violación de los derechos humanos en el país centroamericano.

El tema de las mediaciones entre el régimen de Daniel Ortega y la alta jerarquía de la Iglesia Católica, para frenar —incluso eliminar— la represión contra la ciudadanía, intenta dar pasos en positivo, por la vía del diálogo entre las partes en conflicto.

En este sentido, los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) tienen previsto reanudar el diálogo con el gobierno de Ortega a partir de la próxima semana, a fin de establecer puntos de encuentro que permitan una distensión del conflicto, para alcanzar la paz en el más corto plazo.

Tanto el cardenal Leopoldo Brenes como el obispo Rolando Álvarez, han manifestado su optimismo para la reanudación del diálogo entre las partes, donde el tema de la violación sistemática de los derechos humanos (DD.HH.) sigue siendo una prioridad; a saber, el cese de la fuerte represión hacia la ciudadanía, como primera medida; junto a la desactivación de los grupos parapoliciales armados; así como el levantamiento de los bloqueos en las vías públicas, por parte de los opositores al régimen.

Cabe destacar que el detonante del conflicto en Nicaragua, se ubica en las reformas impuestas sobre seguridad social, junto a otros factores; lo que desencadenó las protestas de calle pidiendo la salida de Daniel Ortega de la presidencia, con salda a la fecha —luego de más de dos meses— de más de 220 fallecidos y más de 1.500 heridos, según han reportado organismos de DD.HH.

Con las reformas impuestas por Daniel Ortega al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), se aumentan sustancialmente las contribuciones patronales y laborales, se impone un impuesto ilegal a las pensiones de los jubilados, así como una disminución a las pensiones futuras.

La Conferencia Episcopal Nicaragüense (CEN) había planteado al gobierno la posibilidad de adelantar elecciones, a lo cual el régimen mantiene su negación, a pesar de que Humberto Ortega, hermano del primer mandatario, pidió  ese adelanto en carta enviada a la mesa de diálogo, mediada por la CEN.

En paralelo, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia ha manifestado que continuarán con sus acciones de calle, mientras el gobierno no muestres claras intención de detener la represión y el país se enrumbe —cuanto antes— hacia un proceso de pacificación. Igualmente, seguirán haciendo gestiones ante organismos internacionales, como la Organización de Estado Americanos (OEA), a fin de conseguir presión foránea sobre el gobierno de Daniel Ortega.

En paralelo, la Comisión de Verificación y Seguridad del Diálogo Nacional logró este miércoles que pusieran en libertad a tres ciudadanos, con el apoyo y mediación episcopal.

Relacionados