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Dr. José Pons-Madera: La Educación en Salud Mental Debe Ser Una Prioridad

Desde que la pandemia del COVID-19 se disparó en marzo de 2020, se ha visto un gran incremento en la cantidad de adultos que reportan síntomas de estrés, ansiedad y depresión. Un sentimiento de incertidumbre, agravado por la pérdida del empleo, el aprendizaje escolar remoto, el aislamiento, el miedo a la enfermedad y otras preocupaciones […]

Por Allan Brito
Dr. José Pons-Madera: La Educación en Salud Mental Debe Ser Una Prioridad
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Desde que la pandemia del COVID-19 se disparó en marzo de 2020, se ha visto un gran incremento en la cantidad de adultos que reportan síntomas de estrés, ansiedad y depresión. Un sentimiento de incertidumbre, agravado por la pérdida del empleo, el aprendizaje escolar remoto, el aislamiento, el miedo a la enfermedad y otras preocupaciones ha abrumado a personas de todas las edades, desde niños hasta personas de la tercera edad. Un informe del CDC de junio de 2020 reporta que el 31 por ciento de los adultos encuestados reportaron síntomas de ansiedad o depresión, casi el doble de la cifra pre-pandémica.

Salud mental

Al igual que con la mayoría de desafíos que afronta la salud pública, la educación es el lugar para comenzar, particularmente desde que la Administración Nacional de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias advierte que Estados Unidos sufrirá una escasez de 26,930 terapistas de salud mental para 2025. Se proyecta que la cantidad de empleos para profesionales de la salud mental continuará creciendo al 25 por ciento anual, mucho más rápido que la mayoría de otros rubros. Anticipando tal crecimiento, nuestra responsabilidad como comunidad y como educadores es capacitar a profesionales que estén bien preparados para satisfacer la necesidad de servicios de salud mental en todas partes, incluso entre poblaciones históricamente desatendidas.

Aquí en la Universidad Albizu en Doral estamos educando a una nueva generación de profesionales de la salud mental con un enfoque único en la sensibilidad cultural y étnica. Inscritos en programas en línea y presenciales de bachiller, maestría y doctorado en psicología, nuestros estudiantes aprenden a abordar los estigmas culturales y otras barreras para el tratamiento en una población multicultural.

Nuestro campus también alberga el Goodman Center (también conocido como Albizu Clinic), un centro de tratamiento ambulatorio que ofrece servicios asequibles de salud mental y del habla y lenguaje en inglés y español. Las tarifas están determinadas por la capacidad de pago, superando así las barreras creadas por la falta de recursos económicos, la falta de cobertura de seguro de salud, el estigma de las enfermedades mentales y el dominio limitado del idioma inglés. Para satisfacer la creciente demanda durante la pandemia, ampliamos nuestros servicios de telesalud, horas de operación y servicios. Como centro de capacitación interno para todos los programas clínicos de Albizu, el Goodman Center cuenta con candidatos al programa de doctorado de Albizu, quienes obtienen una experiencia crucial al trabajar con pacientes reales bajo la supervisión de profesionales licenciados.

Un llamado a la acción a nivel nacional debe establecer estrategias para brindar servicios de salud mental a personas de todos los niveles socioeconómicos, edades, etnias y con necesidades especiales. Sin saber cuánto durará la pandemia y lo que traerá el futuro, los estudiantes de secundaria y universitarios pueden estar lidiando con cómo manejar la interrupción de su educación, la pérdida de ingresos y la angustia por su futuro. Para algunas personas, el diagnóstico y el tratamiento de salud mental pueden verse obstaculizados por el abuso de sustancias y otros problemas de salud mental que existían sin tratarse antes del COVID-19. Los padres, y en particular las mujeres, pueden estar teniendo problemas con el aprendizaje a distancia, la falta de cuidado infantil y la reducción de ingresos. Los trabajadores esenciales pueden estar trabajando todos los días a pesar del temor de contraer el virus o perder sus trabajos.

La maravilla de la educación es que es un regalo que dura para toda la vida. Como sociedad, nuestra responsabilidad es eliminar las barreras al tratamiento para todos los que lo necesiten y educar a una fuerza laboral de profesionales de la salud mental que estén bien informados y capacitados. Con la educación de nuestro lado, cada uno de nosotros está en una mejor posición para priorizar nuestra propia salud mental y ayudar a las personas que amamos y que están luchando para superar una enfermedad mental. Cuanto más aprendamos, más eficaces seremos.

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