Dra Amor: 8 cosas que podemos aprender en pareja en medio de una crisis

No hay relación amorosa que no atraviese por etapas de conflicto, dificultad, ansiedad, temor o pesar. Lo importante es la actitud con que afrontamos dicha etapa y el aprendizaje que conlleva, destinado a superarnos emocional y espiritualmente, como individuos y como pareja. Estas son 8 de las tantas cosas que podemos aprender juntos en medio de una crisis:

Por Cecilia Alegría, La Dra. Amor

Aceptar que nuestra vida es enteramente responsabilidad nuestra. No esperemos que el otro miembro de la pareja nos haga feliz. Nuestra felicidad depende, sobre todo y ante todo, de nosotros mismos y nuestra relación personal con Dios.
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Saber que no tenemos que resolver la vida de la otra persona, buscándole soluciones, dándole consejos y marcándole las pautas de cómo debe vivir su vida. Respetemos la individualidad del otro.
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Aprender a escuchar, vaciarnos de otros pensamientos que distraigan nuestra atención e intentar colocarnos en su lugar para entender cómo se siente. Aprender a dialogar. Nuestra opinión, forma de entender y de aprehender la realidad no son la verdad absoluta, sino sólo la nuestra. Intentemos siempre buscar el consenso.
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Aprender a compartir. Darse el uno al otro: preguntar cómo se encuentra, qué le incomoda, qué quiere y desea. Dedicar tiempo específico al otro. Que la tormenta no nos aleje.
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Aprender a pedir. Mostrar nuestra vulnerabilidad es la mejor muestra de amor, ya que no se la enseñamos a cualquiera. Acompañarse en los momentos tristes, duros y penosos. Consolarse mutuamente.
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Utilizar los conflictos y las crisis para aprender más de nosotros mismos, ver qué necesitamos y cuál es el dolor que suscitamos en nuestra pareja. Que la crisis sea trampolín de desarrollo y no de estancamiento. Hablemos cuanto sea necesario, para que el problema no quede enquistado. No hay mayor desastre que el silencio, que esa ley del hielo matadora.
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Aun en medio de la tormenta, mimar a la pareja. El sexo, las caricias y el “te quiero” han de decirse, explicitarse. No valen los sobreentendidos. No escatimemos el cariño en medio de la crisis porque es justamente cuando la otra persona lo necesita más.
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Y no olviden cuidar la parte espiritual como nunca antes: orar juntos por lo menos una vez al día, leer la Palabra de Dios juntos, ir a la iglesia, buscar consejería espiritual y asistir a terapia de pareja, de ser necesario.