Opinión

Eduardo Montalvo: El comienzo del fin

Me desconsuela ver como los días siguen pasando y aún no sucede nada con los reclamos de fraude electoral.  Como de costumbre, todo se queda en puro bla bla: Que si Giulianni tiene las pruebas, que si Powell ya los tiene cogidos por donde les duele, que si patatín, que si patatán… al final no […]

Por Allan Brito
Eduardo Montalvo: El comienzo del fin
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Me desconsuela ver como los días siguen pasando y aún no sucede nada con los reclamos de fraude electoral.  Como de costumbre, todo se queda en puro bla bla: Que si Giulianni tiene las pruebas, que si Powell ya los tiene cogidos por donde les duele, que si patatín, que si patatán… al final no pasa nada y el tiempo se agota. Así pasó con las investigaciones de Barr y Durhan, pura especulación, amenazas y nadie va preso. Si no se hace nada antes de enero, todo será en vano.

Por Eduardo Montalvo

Yo no logro entender a los Republicanos que, teniendo el poder en sus manos, no han hecho nada por el Presidente Trump; lo han dejado solo y le han dado la espalda. El GOP ha demostrado ser una maquinaria política obsoleta vendida a los intereses de las grandes corporaciones y del Nuevo Orden Mundial; formando parte de la fauna que pulula en el pantanal de Washington D.C.

Su destino como partido político no es otro sino fenecer irremediablemente a consecuencia de su ineptitud, dejándole así el camino despejado a un partido único, el Demócrata, el cual regirá los destinos de nuestro país desde ahora hasta el fin de los tiempos. ¡Bye-bye Democracia, bye-bye Estados Unidos de América!

El futuro nos depara a un país distinto, moldeado a la imagen y semejanza de un comunismo disfrazado de socialismo, donde nuestras libertades estarán limitadas.

Yo me la paso rogándole a Dios por un milagro que salve a nuestra nación de la inminente tragedia que se nos avecina, y para que libre a Trump y su familia de todo mal. Porque, en esta lucha del Bien contra el Mal, Trump sólo cuenta con su familia. Ni los Republicanos, ni sus partidarios, ni sus colaboradores más cercanos han querido hacer nada por ayudarle.

Salvo por una manifestación en nuestra capital, nadie ha salido a protestar el fraude electoral. Nadie ha mantenido una vigilia frente a las oficinas electorales. Nadie ha salido a tomar las calles para expresar su descontento con toda esta situación. ¡Nadie!

Según la información que nos han dado, Trump obtuvo 10 millones de votos más que en el 2016, es decir, 73,886,400 personas votamos por él, y, ¿dónde estamos?

Estamos en nuestras casas pendientes del Virus Chino, cuidando de nuestras pertenencias, de nuestros empleos y negocios, de nuestras familias y de nosotros mismos, pues, al parecer, solo estamos dispuestos a participar en caravanas y rallies. ¡No estamos dispuestos a nada más! Porque a la hora de salir en defensa de nuestro voto somos muy cómodos y/o cobardes. No salimos a protestar como lo hace la chusma demócrata, la cual no pierde ocasión para manifestar su descontento contra todo lo que no les gusta, mientras aprovechan para saquear y quemar impunemente a su antojo.

Quienes votamos por Trump tenemos que salir a las calles a protestar el fraude electoral más grande y descarado de toda la Historia, y debemos mantenernos en ellas hasta que Trump sea reconocido como lo que es, ¡el Presidente legítimamente reelecto!

Nadie en su sano juicio puede creer que los Demócratas ganaron en buena lid. La trampa es evidente. ¿Quién va a creer que Biden le pueda ganar a Trump? Hasta los mismos adversarios de Trump saben que hubo fraude, pero nunca lo van a reconocer.

Y, no faltará quien diga que los partidarios de Trump no somos “chusma”, y, que por lo consiguiente, no actuamos como ella. Esos son los mismos que han dicho que en los Estados Unidos nunca será comunista porque nuestra nación está eximida de ello.

Pues bien, a ellos les recuerdo que el fuego se combate con fuego y si dejamos que la chusma se adueñe de las calles y del gobierno estaremos dominados por ellos hasta el fin de los tiempos, como ha sucedido en Cuba y en Venezuela.

 

[email protected]

Otros artículos de este autor

Eduardo Montalvo: Los presidentes no se arrodillan

Eduardo Montalvo: ¡Sal del closet de una vez y por todas!

Eduardo Montalvo: Peloteros sin pelotas

Relacionados