Los prófugos responden a los nombres de Richard Ayvazyan y su esposa, Marietta Terabelian, que se enfrentaban a la cárcel por fraude masivo, siendo declarados culpables de conspiración para cometer fraude bancario, fraude electrónico y lavado de dinero de ayudas de covid-19. Par de meses después, estos esposos decidieron cortarse las pulseras de seguimiento electrónico y huyeron de su casa de California, abandonando a sus tres hijos adolescentes.
La pareja dejo una nota escita que decía,”Algún día volveremos a estar juntos”, según el abogado de Ayvazyan. “Esto no es una despedida, sino una breve separación”.
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