A pesar de la gravedad del virus covid-19, el gobierno de Xi Jinping busca proyectar una China fuerte y segura a través de la ayuda humanitaria de miles de millones brindada a varios de los países afectados.
Por Redacción MiamiDiario
A juicio del Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, “existe un componente geopolítico que incluye la lucha por influir, manipulando la interpretación de los acontecimientos y mediante ‘la política de generosidad“, advirtió Borrell.
“China está lanzando enérgicamente el mensaje de que, a diferencia de Estados Unidos, es un socio responsable y fiable. En la batalla por el relato, también hemos visto intentos de desacreditar a la Unión Europea como tal y algunos casos en los que se ha estigmatizado a los europeos como si todos fueran portadores del virus”, aseguró.
El país asiático ha salido al rescate de 89 naciones, entre las que destacan España, en donde la ayuda ha sido vista con suspicacia y alerta al confirmar que la calidad de las pruebas de laboratorio, productos médicos y fármacos no cumple con los estándares internacionales.
También ha extendido su mano a Venezuela en donde el embajador de la República Popular China en Caracas, Li Baorong dijo que “la ayuda técnica demuestra los afectos y la hermandad entre ambos pueblos y también un claro apoyo al gobierno y al pueblo venezolano”.
Esta es una demostración de que China usa “su influencia para tener una mayor presencia y expandir su poder político y militar; y con esta pandemia pueden ofrecer ayuda”, dijo Luis Fleischman, director del Palm Beach Center for Democracy and Policy.
El discurso de Baorong resulta perfecto para el contexto en el que debido a la pandemia no se puede confrontar a China. “Estas son las prácticas para la construcción de la comunidad internacional, la humanidad y por el beneficio de todo el mundo”, indicó Baorong al hacer entrega de los insumos médicos en Venezuela.
En Asia, la sombra de China se ha extendido a través de los siglos en forma de disputas regionales, rechazos históricos y olas migratorias.
En Japón algunos llaman a los chinos “bioterroristas”, mientras las teorías conspirativas sobre la intención de China de infectar a sus propios habitantes, circularon en los últimos meses.
Después de que el Gobierno chino ocultara durante las primeras semanas la propagación del Covid-19 en Hubei, el Partido Comunista Chino necesita convencer a su público de que, gracias al firme liderazgo de Xi Jinping y al sacrificio nacional, han conseguido superar una enfermedad que estaba a punto de llevarse al país por delante.
Fleischman dijo que todo sucede en un momento en el que “existe una dependencia global con ese país debido a que se convirtió en el fabricante del mundo con su mano de obra barata. Ahora estamos viendo como este país utiliza eso para mantener al mundo como rehén”.
En los años recientes se han generado una cantidad considerable de retórica antichina desde EE.UU., su principal rival, ¿serán estos importantes pasos para la hegemonía China?.
Con información de hispanopost
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