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El gran cuarto bate Orestes KIndelan entrena a su hijo Lionard

  Orestes Kindelán , el Rey del Jonrón en Cuba permaneció unos días en Miami ayudando  en la preparación de su hijo Lionard que busca una ruta hacia las Mayores. Por redacción MiamiDiario Lionard Kindelán  entrena para su demostración ante los scouts de Grandes Ligas en un par de semanas y su papá ha estado […]

Por Allan Brito
El gran cuarto bate Orestes KIndelan entrena a su hijo Lionard
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Orestes Kindelán , el Rey del Jonrón en Cuba permaneció unos días en Miami ayudando  en la preparación de su hijo Lionard que busca una ruta hacia las Mayores.

Por redacción MiamiDiario

Lionard Kindelán  entrena para su demostración ante los scouts de Grandes Ligas en un par de semanas y su papá ha estado supervisando el progreso.
Desde que Lionard decidió que quería probarse en el mejor béisbol del mundo, su legendario padre  lo está ayudando en los entrenamientos.

Su papá Orestes, el mayor jonronero en la historia de Series Nacionales,–pegó 487 cuadrangulares en 17 Series Nacionales–  es uno de los grandes peloteros cubanos, pero nunca participó en la grandes ligas, Casi siempre alineó como cuarto bate en cuanto equipo jugó durante 21 series nacionales, pero Lionard está dispuesto a hacer su propia historia sin dejar de honrar el apellido Kindelán y apegado a una vida religiosa que es su asidero moral en medio de cualquier tormenta.

Un pelotero histórico

Un deportista excelente, muy sociable y amigo de todos. Es casado y padre de dos hijos: una chica, Lisandra Kindelán Biset y un varón Lionar Kindelán Biset. En estos momentos vive en el Reparto Vista Alegre de Santiago de Cuba, su enorme poder lo convierte en el mejor bateador de largo alcance que ha tenido este deporte durante todos los tiempos en la isla.

Lionard quiere estar en el mejor beisbol del mundo

El prospecto trata de abrirse camino, ahora con el apoyo de su padre.  El joven de 21 años entrena en Miami con la ayuda del profesor de bateo Ricardo Sosa y sueña con ese momento en que ponga un pie en un estadio de Grandes Ligas, siempre con la mente puesta en Dios y en su padre. Ahora, con el apoyo de Orestes, podrá superar los detalles que podrían perjudicarlo.

“Él ha tomado conciencia de que debe bajar unas libras y aprendiendo todas las adaptaciones que lleva el béisbol en los Estados Unidos, la mecánica del swing, fildear, correr, los ajustes. Él es un gran trabajador que sabe escuchar y quiere aprender. Yo noto cada día en él ese deseo de ir más allá, y si hace lo que se le pide, creo que tiene grandes posibilidades de hacer algo en el béisbol de Grandes Ligas’’, expresó Orestes al ser entrevistado por en Nuevo Herald.

Una gran fuerza física

 Lionard impresiona por su físico de seis pies, 230 libras de peso y un poder sacado de las entrañas de su padre, quien fuera el cuarto bate de aquellos temibles equipos de Santiago de Cuba y la escuadra nacional.

Aunque necesita pulir algunos elementos en su mecánica de bateo, Lionard es visto como un prospecto por encima del promedio al finalizar primero en jonrones (11) y remolcadas (45) en su último torneo Sub-23.

Por sus 21 años de edad y sus tres Series Nacionales de experiencia, Lionard calificaría como agente libre con restricciones, de acuerdo con las regulaciones del nuevo acuerdo laboral de las Mayores.

Con información del Nuevo Herald https://www.elnuevoherald.com/deportes/beisbol/article212182789.html

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