Cultura, Opinión

Génesis González: Desde el Concepto hasta la Presentación

Hace siete años, mientras cursaba mi Maestría en Bellas Artes, comencé a desarrollar un proyecto artístico al que llamé Let there be light. Este trabajo comenzó como una experimentación con la luz y el movimiento, principalmente trabajando con una técnica de fotografía llamada Bokeh, que consiste en enfocarse en un objeto mientras se difumina el […]

Por Allan Brito
Génesis González: Desde el Concepto hasta la Presentación
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Hace siete años, mientras cursaba mi Maestría en Bellas Artes, comencé a desarrollar un proyecto artístico al que llamé Let there be light. Este trabajo comenzó como una experimentación con la luz y el movimiento, principalmente trabajando con una técnica de fotografía llamada Bokeh, que consiste en enfocarse en un objeto mientras se difumina el fondo.

Por Génesis González

Sin embargo, durante esta experimentación, descubrí que usando una configuración diferente en mi cámara y trabajando con la apertura, el lente y la velocidad de obturación, el fondo se convirtió en una explosión de color y vida aún más interesante que el objeto enfocado, de esta forma comencé a desarrollar mi propia técnica fotográfica.

Como Bucher Chris escribe en su libro Lighting Photo Workshop: “Fijar el trípode y dejar que el desenfoque ocurra ayuda a crear el caos controlado (…) muchas escenas de calles pueden ser realmente dinámicas si pueden incorporar el movimiento de la ciudad. “(Bucher 160).

Con esto en mente, decidí comenzar un viaje donde estaba transformando la fotografía tradicional en Bellas Artes. Mi declaración artística enuncia: “La graduación entre la luz y la oscuridad es donde comienza mi historia, generando un mundo sobrenatural que trasciende la realidad. Let there be light explora la relación fotográfica entre luz, movimiento, forma y color, creando una experiencia abstracta e interactiva para la audiencia”. El desarrollo de enfoques innovadores y alternativos me permite crear una nueva experiencia en la fotografía artística.

Al principio, dedicar la mayor parte de mis días a experimentar con la fotografía era un intento de escapar de la realidad. Ese mismo año me mudé de mi país y me convertí en inmigrante, todo lo que era mi entorno seguro había desaparecido, y una nueva realidad acababa de comenzar. La fotografía fue mi refugio durante esta temporada, mi pasión, y más adelante mi dedicación a tiempo completo, donde tuve la oportunidad de desarrollar mis habilidades artísticas.

El autor del libro Trece formas de ver el arte latino afirma: “El arte como una forma de escape ciertamente aplica al artista. A través del trabajo, el artista busca universos alternativos o al menos formas alternativas de ver las cosas. Mi pregunta es, ¿es cierto que el arte es un escape para el resto de nosotros? Sí, cuando voy a ver una obra de teatro, escapo de mi mundo y entro en otro”. (Stavans 134)

Cuando comencé a desarrollar este trabajo artístico, el círculo era la forma más común en mis imágenes. Del mismo modo, había una gran cantidad de colores, como rojo, amarillo, azul y verde. Todos ellos presentados en tonos brillantes, creando una pieza llena de vida y evocando sentimientos alegres, enérgicos, emocionantes y energizantes.

Sin embargo, una vez que avancé con la experimentación, comencé a crear un movimiento de luz más sutil. Por ejemplo, en la pieza llamada Life in Motion – Collection # 22, podemos apreciar que no hay formas circulares como la imagen anterior. En esta pieza hay un movimiento delicado de luz, que sugiere una narración, que muestra una interacción entre dos puntos, como si hubiera un viaje, una danza en la que estos puntos comenzaron a interactuar. Así mismo, el color sigue siendo un rojo brillante con un toque de amarillo vibrante.

Una vez que recolecté diferentes imágenes, sucedió otra cosa importante. Comencé a notar que algunas de las piezas funcionaban de manera efectiva cuando se exhibían juntas. Con esto en mente, nace The Collections, una combinación de fotografías que conectan de manera armoniosa entre ellas.

 

Por otro lado, había un grupo de imágenes que artísticamente hablando funcionaban mejor cuando se presentaban como una sola pieza. Estas imágenes las identifiqué como Single & Magical.

Adicionalmente, desarrollé una nueva categoría dentro de mi concepto fotográfico llamada Places. Este es mi último experimento de fotografía, donde desarrollé nuevas piezas de arte compuestas de capas. Esto significa que coloco en el fondo una fotografía tradicional de un paisaje o una foto de un lugar específico que visité. Luego, comienzo a combinar capas de fotografía abstracta, una encima de otra, que evocan con el movimiento y el color, mi experiencia personal en ese lugar.

Igualmente importante fue la creación de los videos, como resultado de la necesidad de inyectar más dinámica en mi trabajo, y también como una herramienta para compartir mi concepto en una comunidad multimedia que sigue creciendo dentro del mundo del arte, donde el objetivo principal es crear arte mientras experimentas con nuevos medios y tecnologías.

Uno de los mayores desafíos que experimenté como artista fue encontrar el medio de expresión perfecto para mis fotos. Todos los papeles fotográficos tradicionales arrojaron resultados mediocres, mientras que en la pantalla pude apreciar piezas coloridas, dinámicas y vibrantes, en los papeles fotográficos tradicionales, como el papel mate; el resultado fue sólo una mancha borrosa.

Con esto en mente, comencé la parte más emocionante de este proceso, experimentando con una gran cantidad de medios hasta encontrar el perfecto para mi obra. Este proceso duró un año, en el cual me dediqué a experimentar y evaluar distintos materiales hasta encontrar el indicado.

En el transcurso de este año, experimenté con papel satinado artístico, papel fotográfico de seda, lienzo de seda, película de transparencia para imprenta premium, láminas acrílicas y láminas de metal. El problema era similar en la mayoría de ellos, o se perdían los colores vibrantes o no se apreciaba bien el delicado movimiento de la luz. Sin embargo, cuando imprimí por primera vez en las láminas de metal, el resultado fue muy diferente a las otras superficies.

Así supe que estaba cerca de encontrar el ideal. Mi único problema con la lámina de metal fue que una vez que se realizó toda la preparación de la superficie (24 – 48 horas de preparación), y se completó el proceso de impresión, la tinta no se pegó al metal, y la pieza era vulnerable a todo tipo de daño.

En este punto, después de mucha investigación, decidí probar la impresión por sublimación de tinta en aluminio, que consiste en infundir tinta en una lámina de aluminio mediante la transferencia de calor. Esto significa que primero se imprime la foto en un papel de transferencia, luego se coloca el papel en una lámina de aluminio previamente preparada  y finalmente se le expone a una presión de calor extremo. Como consecuencia, los tintes del papel de transferencia se convierten en gas y luego se infunden en la superficie de aluminio.

El resultado fue una pieza luminosa y brillante que no sólo resaltaba todos los colores vibrantes y el movimiento sutil de la luz, sino que también tenía un acabado moderno y liviano. Sin mencionar que era perdurable y resistente al tacto de la mano, la luz solar o los rasguños.

Una vez que completada esta fase, tuve la oportunidad de presentar mi trabajo en galerías de arte y museos. La retroalimentación sobre mi técnica y la presentación de mi concepto fue positiva. Transformé la fotografía tradicional en Bellas Artes, y todavía estoy experimentando con este mundo abstracto.

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