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Graduarse en Venezuela tiene un alto precio que no todos pueden pagar

Definitivamente, Venezuela se ha convertido en el centro de las imposibilidades de cientos de jóvenes que aspiran “lo mejor”. Y esto hace, lamentablemente, que sus sueños se disipen conforme pasan los días, según reportó ssl-socket Por Redacción Miami Diario Lo cierto es que las oportunidades de estudio y laborales son mínimas. La educación pública va […]

Por Allan Brito
Graduarse en Venezuela tiene un alto precio que no todos pueden pagar
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Definitivamente, Venezuela se ha convertido en el centro de las imposibilidades de cientos de jóvenes que aspiran “lo mejor”. Y esto hace, lamentablemente, que sus sueños se disipen conforme pasan los días, según reportó ssl-socket

Por Redacción Miami Diario

Lo cierto es que las oportunidades de estudio y laborales son mínimas. La educación pública va en deterioro y la privada es inaccesible. La juventud venezolana nunca estuvo tan de manos atadas como ahora y mientras aquellos que dicen ser autoridades profesan “calidad” para el pueblo, la realidad golpea y es dolorosa.

Una estudiante de la Universidad Monteávila, Génesis Méndez, forma parte de aquellos jóvenes que se dieron un fuerte golpe con la realidad que transita el país, al descubrir que culminar su carrera tiene un valor de más mil dólares.

Méndez decidió contar su historia a  través de la red social Twitter. La joven afirmó que a principio de la carrera el año tenía un costo de 200$ , sin embargo en la actualidad tiene un precio de 2000$.

Méndez, quien cursa el último año de la carrera, tomó la decisión de dialogar con el personal de la referida casa de estudio para llegar a un acuerdo sobre el plan de pago. Sin embargo, la respuesta no fue muy acertada.

Graduarse cuesta caro

Y es que en la golpeada Venezuela graduarse se ha convertido en un gran reto. Para algunos por falta de recursos, mientras que otros por necesidad de aportar económicamente a sus hogares o simplemente por el “desgaste” que implica.

Otro caso es el de Yireth Sánchez, quien tuvo que congelar sus estudios de contaduría para trabajar en una tienda de ropa y ayudar a su familia.

“Graduarse es un tema complicado. Pierdes el tiempo porque en este país necesitas trabajar para poder estudiar y cuando terminas de graduarte el sueldo igual no te alcanza. No importa cuanto estudies igual vas a ganar mal y no vas a poder escalar peldaños”, afirmó

Los sueños se ven congelados por la devaluación, el alto costo de la vida y la precaria condición del país. Aunque muchos siguen luchando “contra viento y marea” por colocarse la toga y el birrete, otros lamentablemente dejaron atrás la posibilidad y decidieron trabajar para solventar , mientras que otros huyeron por las fronteras en busca de la tan anhelada calidad de vida.

Con información de: ssl-socket

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