“Hola, gente, mi nombre es Harmony. Mi objetivo es ser una novia ideal”, dice la muñeca humana mientras su creado McMullen explica que Harmony es una cabeza robótica parlante, sobre un cuerpo de muñeca sexual relativamente poco sofisticado.
Creada por las empresas RealDollXX y Realbotix cuesta entre 14 y 18 mil dólares Harmony estará equipada con un “Modo X” que, según la explicación, le “permitirá cumplir nuestras fantasías sexuales”, una “programación especial” que le dicta cuándo y cómo tratará a su pareja humana con “amor y adoración eterna”.
Aparecen detractores
El robot tiene 18 tipos diferentes de personalidad: de locuaz a tímida. Es precisamente la timidez la que es objeto de críticas, pues hay quienes la perciben como una propuesta obvia para hacer de la violación una norma.
Laura Bates, fundadora del proyecto Everyday Sexism, dijo que la creación de un robot que está listo para el acto sexual involuntario conlleva el “riesgo de normalizar la violación, dándole una cara pública aceptable”.
Desde enero podrán ordenar a Harmony, quien funciona a través de una aplicación en elsmartphone o tablet, y desde ahí el usuario puede configurar su personalidad.
“He estado en el negocio de las muñecas sexuales por más de 20 años. Lo único que nuestros clientes nos han pedido es esa sensación de contacto humano. Quieren tomarse de la mano y ser abrazados al llegar a casa. Concentré toda mi atención en la cabeza, porque no importa cuán hermosa sea una mujer, un hombre siempre mirará su cara más que otra parte de ella. Miras a la gente a los ojos. Esa es la interacción humana. El sexo es importante, pero no es lo más importante”.
“Hay robots humanoides mucho más impresionantes que Harmony. Pero se trata de exhibiciones. Nadie había ofrecido un producto conveniente y asequible. Harmony es la primera”.
McMullen comenzó en el negocio de las muñecas sexuales después de que diseñara una muñeca así, como parte de un proyecto de arte: “Tenía un pequeño sitio web y la gente comenzó a escribirme, preguntando si podían tener relaciones sexuales con ella. Al principio borraba sus mensajes, pensando que estaban locos. Pero los mensajes continuaron fluyendo, y me di cuenta de que se trataba de una forma de hacer dinero”.
Cada año vende de 400 a 500 muñecas
McMullen creó RealDoll, que se convirtió en el principal fabricante de muñecas en los Estados Unidos. . Los precios van desde 4 mil dólares por un modelo base, hasta 50 mil dólares por una muñeca a pedido.
La gerente de Ventas Annet Bler cuenta que han tenido órdenes extrañas, como un pedido de una muñeca Elfa, pero que nunca hicieron ni harán una muñeca que se asemeje a un infante. “Muchos de nuestros clientes son viudos. Todos están solos y tienen problemas para crear relaciones duraderas”.
¿Puede un robot sustituir a una mujer de carne y hueso?
“Cuando habla, su boca se mueve de manera poco femenina y sus ojos parpadean. Su “piel” es fría y pegajosa al tacto. Su cuerpo de silicona aún no tiene vida, lo que McMullen espera mejorar instalándole brazos robóticos y sensores de calor.
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