Jaime Busto un chileno que brilla si límite

A pesar de tener una enfermedad degenerativa, el escritor chileno Jaime Busto ha sabido superar las limitaciones, incluso ha tenido la oportunidad de escribir un libro.

En exclusiva para MiamiDiario el austral habló sobre su producción literaria llamada “Perro Bravo” y como ha logrado que la misma se lea en varias partes del mundo

-¿De cuál país eres?

R: De Chile. Soy de la capital de Santiago de nacimiento pero actualmente vivo en Chillán junto a mis padres. Es una pequeña localidad que está al sur del país y que es la tierra natal de Víctor Jara.

-¿Qué enfermedad tienes y cómo empezó?

R: Tengo una enfermedad neurológica atrófica de Leber que afecta a la visión, audición y al equilibrio. Es de nacimiento que de a poco fue apareciendo. A los 7 años comenzó a afectarme con una disminución de visión. A los 11 empecé a disminuir la audición y a tener una pérdida de equilibrio. Y a los 24 años comencé a usar silla de ruedas porque mi equilibrio ya no era estable para caminar solo.

-¿Cuándo tu enfermedad apareció que reacción hubo en ti y en tu familia?

R: Dolor y pena. Yo pensaba que iba a quedar ciego.

-¿Tus doctores te hospitalizaban?

R: Sí. La primera vez estuve un mes hospitalizado donde me hicieron un completo chequeo médico. Me hospitalizaban dos o tres veces por año. La última vez fue cuando tenía 13 años. Recuerdo que cuando me hospitalizaban me gustaba ayudar a las enfermeras a hacer las camas, a vestir a los otros niños que tenían diferentes enfermedades neurológicas y hasta las ayudaba a sacar sangre.

-¿Tu infancia cómo la vivías?

R: La vivía de forma normal. Era jugador de fútbol de mis clubes de barrio. Estudiaba en un colegio normal. Tenía muchos amigos. Y me gustaba que mi mamá me llevara al cine a ver las películas de Sylvester Stallone.

-Por esos años, cuando escuchabas, ¿Qué música te gustaba?

R: El rock latino como Los Prisioneros, Soda Stereo, GIT. Pero también A-ha y Silvio Rodríguez.

-¿Estudiaste en algún colegio especial?

R: Sí. Cuando quedé sordo me fui a estudiar a un colegio especial chileno para personas con discapacidad visual. Estudié allí durante 2 años pero después volví a estudiar en un colegio normal porque me gustaba más.

-¿Alguna vez te sentiste discriminado por tus profesores y compañeros?

R: Sí. Cuando entré a estudiar a un colegio el primer año de secundaria, los profesores me trataban muy mal y mis compañeros se burlaban de mi enfermedad. Mis padres y yo hablamos varias veces con ellos para que me entendieran y me aceptaran pero no hubo caso. Así que no aguanté más de tan malos tratos y decidí retirarme de ese colegio.

-¿Lo intentaste nuevamente?

R: Claro que sí. No me iba a rendir hasta lograr mi objetivo de completar mis estudios y graduarme.

-¿Y cómo fue la experiencia en ese nuevo colegio?

R: Buenísima. Estuve allí desde principio a fin. Además tuve la oportunidad de conocer a un curso de maravillosos compañeros. Todos ellos eran muy buenas personas. Me ayudaron mucho y nunca se burlaron de mi enfermedad.

-¿Aún tienes contacto con ellos?

R: Sí, con varios.

-¿Qué deseabas ser por esos días?

R: Periodista. En el colegio estudiaba periodismo en el taller.

-A parte del periodismo, creo que en algún momento te tuvo que haber interesado el ambiente artístico. ¿Cómo te llegó a gustar esto?

R: Estaba en el tercer año de secundaria y tenía que hacer un trabajo de un superhéroe para el ramo de lenguaje. Me encontraba viendo la película “La Máscara” de Jim Carrey y decidí hacerla en representación teatral. Compré la máscara de la cara verde, me aprendí el libreto de la peli, y actuaba y bailaba igual que Jim Carrey. Maté de la risa a mis compañeros y mi profesora me dijo que tenía muy buenos atributos como actor. A mí también me gustó mucho actuar y desde ese día me volví loco por querer ser actor. De inmediato me cambié del taller de perliodosmo al de teatro y veía muchas películas; me arrendé casi todo un club de video. Siempre participaba en los actos del colegio haciendo comedia. Y fui integrante del elenco de las obra de filosofía llamada “La leyenda de Teseo”, que se realizó en el colegio y estuvieron de invitados el embajador, diplomáticos y profesores griegos. Yo interpreté el personaje del dios Hadés y fui muy felicitado. Yo decía que quería ser actor y director de cine.

-¿Cuáles son tus películas favoritas?

R: Mi favorita es La vida es bella, es una historia maravillosa. Mis otras son: El Pianista, El Padrino 2, Rain Man, Mi pie izquierdo, Star Wars: Episodio 3, El Thruman Show, entre otras.

-¿Y tus actores favoritos?

R: Jim Carrey, Tom Cruise, Robert de Niro, Al Pacino, Sylvester Stallone, Nícole Kidman, Julia Roberts y Uma Thruman.

-¿Qué sucedió después de graduarte del colegio?

R: Quedé inactivo, sin oportunidades de estudios ni laborales.

-¿Qué cosas hacías?

R: Solo chateaba con gente por Internet y a veces me juntaba a pasarlo bien con mis primos.

-¿Te aburrías de estar en la casa?

R: Mucho.

-¿Te enfermabas?

R: Sí. En el 2003 me operaron del estómago a causa de una obtrucción. Me enfermaba bastante del estómago. Me daban obstrucciones, ataques al colón, gastritis y a veces me tenían que hospitalizar. En el 2009 me volvieron a operar de obstrucción. Pero ahora desde el 2014 que no me he vuelto a enfermar del estómago. Todo eso era debido al stress.

-¿Alguna vez has estado en peligro de muerte?

R: Sí. Cuando caminaba solo a veces tenia que cruzar calles y no tenía a quién pedirle ayuda, así que cruzaba a la suerte y casí me atropellan varias veces. Huy, que salvadas.

Y en diciembre del 2014 tuve neumonía. Fui al cine con mi madre y una sobrina a ver el estreno de Star Wars: episodio 7. Dos horas después de salir del cine me comencé a sentir muy mal y mis padres me llevaron de inmediato a urgencias. Dos días más tarde perdí el conocimiento y me trasladaron de urgencias del hospital de Chillán al de la ciudad de Concepción, ya que era más completo porque me encontraba muy mal. Dormí tres días sin despertar. Recuerdo que cuando desperté tenía un tubo en la boca, me dolía mucho la espalda, y un kinesiólogo me apretaba la garganta

para hacerme toser y me hacía mucho masaje en el pecho. La enfermedad que yo tengo hacía la neumonía más severa. Estuve 13 días grave y 3 semanas hospitalizado, pero gracias a Dios logré recuperarme muy bien. Me dio la neumonía porque el aire acondicionado del cine me hizo mal. Creo que tengo más vidas que un gato. Ja, ja, ja… Lo lamentable fue que mis padres y mi familia sufrieron mucho, pasaron una Navidad y Año Nuevo muy triste por mi estado.

-¿Ahora tienes algún problema de salud?

R: Sí. Estuve con una herida con una infección muy grande en el dedo gordo de mi pie izquierdo durante 3 años. Esa herida nunca quiso sanar ni siquiera con los tratamientos médicos. Así que hace un año y medio los doctores tomaron la decisión de amputarme el dedo porque me estaba causando muchos problemas en el pie. Ahora aún sigo en tratamiento de recuperación. Ojalá que esto sea lo último malo que me pase en mi salud.

-¿Te gusta vivir en Chillán?

R: Sí. Vivo en un tranquilo sector rural. Pero igual me gusta más Santiago porque toda mi familia está allá, y mis padres y yo nos encontramos solos acá.

-¿Cómo fue el proceso de tu libro Perros Bravos?

R: Al principio, como mis sueños era ser actor y director de cine y mi enfermedad me lo impidió, un día me dije que si no podía serlo aunque sea podía ser guionista y ver si había alguna posibilidad de entrar en el mundo del cine escribiendo las películas pero para eso tenía que aprender. Busqué en Internet guiones de grandes películas para leerlos. Y, además, lei el libro “El manual del guionista” de Syd Field, ya que me informaron de que leyendo ese libro uno puede aprender a escribir un guión literario paso a paso de forma independiente. Decidí escribir un guión con una historia juvenil, entretenida, aventurera, que se pudiera hacer de bajo presupuesto y la llamé “Perros Bravos”. Cuando ya tuve listo el guión lo registré y busqué vía internet a un productor que se pudiera interesar en mi película. Tuve varios interesados, pero el último fue el más serio y decidido. Tuvimos una reunión en Santiago -yo acompañado de mi madre ya que ella está conmigo en todo momento- y el productor me explicó bien de cómo es hacer una película, de lo complejo que era y de que yo tenía que asumir las responsabilidades porque era el de la idea. Al final me arrepentí de hacerla porque el proceso de realización era muy complejo para mí por mi enfermedad, así que decidí no seguir adelante con la idea. No quise tirar las manos al fuego por querer cumplir un sueño, preferí cuidar mi propia seguridad que es mejor. Igual estoy feliz de haber tenido esa reunión con aquel productor que tenía el serio interés en hacer mi película porque eso quería decir que estaba haciendo las cosas bien. Después decidí transformar la historia del guión en una novela, debido a que me di cuenta de que era mucho mejor para mí dedicarme a la literatura. Y comencé a leer muchas novelas de diferentes escritores para conocer los distintos estilos de narrativa. El proceso de la escritura de mi novela fue largo porque quise dejar la historia mucho mejor de lo que era en el guión. Poco a poco

Iba perfeccionándola, hasta que decidí que ya estaba lista para publicarla.

-¿La novela se la diste a conocer a editoriales?

R: Sí, pero me cobran por publicarla y yo no tengo los medios, por eso preferí auto publicarla.

-¿De qué se trata la novela?

R: Perros Bravos se trata de que Sebastián, Daniel y Gonzalo son tres jóvenes amigos que se apodan como Dóberman, Pitbull y Quilterrier, andan dando vueltas y paseando en Viña del Mar en temporada de verano. Al conocer a tres hermosas chicas, comienzan a hacer lo posible por enamorarlas pero ellas son difíciles de enamorar y después de grandes esfuerzos logran.

-¿Cómo es la historia?

R: Perros Bravos es una historia entretenida, rápida y sencilla de leer. Los protagonistas usan un natural vocabulario juvenil. Ellos tontean todo el tiempo ya que son chicos alegres. Y andan dando vueltas por Viña del Mar en un jeep rojo. Varios anécdotas que les sucedieron a unos amigos que tuve y también a mí los incorporé en la historia, como cuando me lancé desde un tobogán de uns plaza y al final aterricé en el suelo. Ja, ja, ja. Mis lectores la encuentran muy divertida.

-¿En dónde se puede encontrar la novela?

R: Perros Bravos la tengo auto publicada, solo en formato digital, en la librería virtual de Lulu.com. Vale US$5,00. Se compra con tarjeta de crédito o con PayPal. Desde este link se puede adquirir:

https://www.lulu.com/es/es/shop/jaime-bustos/perros-bravos/ebook/product-189qw22j.html

Pero la gente que vive en Chile prefiero que se comunique conmigo a través de mis redes sociales como en mi página de Facebook “Jaime Bustos Escritor Página”; o en mi Instagram o Twitter “@SoyJaimeBustos” y me compren mi novela directo a mí, para eso me hacen una transferencia bancaria en mi cuenta RUT y les envío mi libro por emai, así me pueda quedar con el 100% de la venta. Yo lo vendo en solo $3000. Les doy mis datos por mensaje interno en mis redes. Que la gente no desconfíe, no los voy a estafar.

Chileno quiere seguir escribiendo

-¿Pretendes escribir algo nuevo?

R: Sí. Estoy preparando una nueva novela y un libro de cuentos.

-¿Cuáles son tus novelas favoritas?

R: Drácula, de Bram Stocker; El Padrino, de Mario Puzo; Bajo la misma estrella, de John Green: y todas las novelas de Megan Maxell.

-¿Y tus escritores favoritos?

R: Mario Vargas Llods, Megan Maxwell, Jhon Grreen.

-¿Qué sueños tienes?

R: A parte de querer publicar mi libro con una editorial, tengo varios: Mi madre siempre ha deseado conocer Francia, así que yo sueño con algún día llevarla a ese país. Sueño con conocer Los Ángeles, Estados Unidos, ya que es la ciudad del cine. Nueva York y Hawái porque son ciudades magníficas. También conocer Escocia. Conocer a uno de mis actores y escritores favoritos. Conocer a mi ídolo del fútbol que es Zinedine Zidane. A él le tengo escrita una canción que es como la biografía de su vida, pero aún no la tengo registrada ni tampoco sé cómo hacérsela llegar. Tener un jeep rojo.

Las experiencias de vida que ha tenido

-¿Qué buena experiencia que hayas tenido en tu vida me podrías contar?

R: Recuerdo que en el año 97 mi madre y yo pertenecíamos a la corporación de sordos/ciegos o personas en situación de discapacidad visual y auditiva de Chile llamada Corpaliv. Esta corporación decidió nombrarme líder de los sordos/ciegos chilenos, ya que me encontraban muy inteligente y con una buena personalidad. Y tuve la oportunidad de ir a Colombia junto a mi madre, como mi intérprete de señas, al congreso Latinoamericano y Mundial organización por la institución llamada Poscal (…) Allá conocí a mucha gente diferente y distintos métodos de comunicación. Como por ejemplo, recuerdo a una uruguaya que era sorda/ciega, era profesora de braile, sabia escribir en vidente y, para comunicarse, colocaba la mano en la garganta de las personas y, al hablarle, con su tacto entendía todo lo que le decían (…) En el fondo fue una experiencia maravillosa.

También recuerdo que con un grupo de amigos íbamos a visitar hogares de abuelos para compartir con ellos. Era emocionante porque sus familias los dejaban allí y después nunca más los iban a visitar. Yo les levaba pósters de chicas en topless para alegrarles la vida. Ja, ja, ja…

-¿Cómo son tus padres?

R: Ellos son maravillosos. Unos excelentes padres que nos han dado una gran educación a mis hermanos y a mí. Ellos han luchado toda la vida por nosotros. Sin el apoyo de ellos yo no habría podido salir adelante. Son todo para mí.

¿Cómo haces para comunicarte?

R: Mi familia se comunica conmigo utilizando el alfabeto de la lengua de señas y frases cortas en gestos. Es la mejor forma para yo poder entender por mi problema de visión.

-¿Cómo haces para movilizarte en tu casa?

R: Camino sentado en mi silla de ruedas de computación y, para salir a la calle, uso silla de ruedas.

-¿Cómo haces para ver y trabajar en tu computador?

R: Uso un computador de escritorio con una pantalla de 19 pulgadas. Mi teclado es viejito, del año 98, de mi primer computador, pero es perfecto para poderlo trabajar bien, es blanco y sus teclas son suaves y cómodas. Los teclados negros no me sirven. Para leer en la pantalla agrando las fuentes, tamaños de letras y de las páginas a un tamaño suficiente para yo poder ver y leer bien.

-¿Te ha afectado la pandemia en tu contexto personal o familiar cercano?

R: Sí. Desde hacía un año y medio que mis padres y yo no veíamos a mis hermanos, sobrinos y familia, porque todos ellos se encuentran en Santiago pero ahora, hace poco, vinieron a mi casa a visitarnos. Esta pandemia nos tiene mal a todos.

-¿Qué le dirías a la gente discapacitados que están en sus casas sin hacer nada?

R- Muchas personas discapacitadas creen que por tener discapacidad no pueden hacer nada y no es así. Si esos discapacitados tienen capacidades suficientes para desarrollar una labor que la aprovechen y lo hagan! Ahora con toda la tecnología que hay uno puede estudiar y trabajar desde sus casas, como yo me he dedicado a la literatura. Para salir adelante solo hay luchar.

-¿Qué mensaje le entregarías a la gente?

R: Que los invito a todos a que me sigan en mis redes sociales y me apoyen interesándose en leer mi novela Perros Bravos para que se entretengan leyéndola en esta aburrida pandemia.

Y sobre la pandemia: Como yo tuve neumonía, que es similiar al Coronavirus, sé lo que se sufre. Entonces si la gente no quiere pasar por lo mismo tiene que cuidar su salud.

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