La reina de Bronx tiene tantos registros que podríamos hablar de ella largo y tendido durante días, y aun así no conseguiremos acaparar todo aquello que la convierte en una de las mujeres más influyentes y seguidas del mundo.
Por redacción MiamiDiario
Y es que Jennifer López une a su faceta como cantante, una de las más exitosas del panorama musical y un icono de la canción latinoamericana, su capacidad para la interpretación que cada vez, y con el tiempo, reportó DonBalón.
De aquellos nos llama mucho la atención como en sus conciertazos -porque solo se pueden llamar así estos macro show que hace la neoyorquina por todo el mundo en sus giras presentando nuevos temas o bailando y moviendo al personal con sus singles históricos- logra una cosa al alcance de muy pocos: extasiar al público.
No solo a través del gusto de los presentes por sus canciones o el espectáculo que despliega J Lo, sino por lo que su presencia provoca en los y las fans de la cantante.
Es cierto que a sus 50 años, Jennifer lleva en lo alto muchos lustros y eso ha creado un poso de mucha amplificación entre el público generalista y la opinión pública, de ahí que cada vez que la estadounidense llega o aterriza en algún nuevo país o algún estado norteamericano la gente se vuelva loca.
En él vemos todo aquello que describimos: ese aura de superioridad que le otorga su estatus al frente de las listas musicales y de las parrillas del séptimo arte, su mirada felina, ya legendaria, sus formas duras, desde la firmeza de su rostro a las pétreas líneas de su figura, que parece mejorar con los años.
