Cenas a la luz de las velas, comidas exóticas en pareja, viajes de enamorados… ¿Crees que el amor engorda? Si lo crees, estás en un error. Un estudio de Harvard publicado en la revista médica Obesity comprobó que cuando nos enamoramos, comemos menos y perdemos peso.
Por Redacción Miami Diario
¿Por qué? Porque la oxitocina, hormona que libera el cerebro cuando tenemos relaciones sexuales con una pareja de la que estamos enamorados, reduce el apetito. Y cuanto mayor es la frecuencia de los contactos sexuales —¡algo más probable al principio de la relación!—, menos hambre sentimos.
¿Conclusión?
Que la llamada “dieta del sexo” puede ayudarnos a perder peso y no precisamente por las calorías que quemamos durante la actividad sexual (unas 3 por minuto), sino por cómo influyen el enamoramiento y el sexo en nuestro apetito.
Otros estudios han comprobado a su vez que cuando estamos enamorados, aumentan nuestros niveles de serotonina (“hormona de la felicidad”) y que ese aumento se relaciona con pérdida de grasa corporal. “Cuando se disparan los niveles de serotonina, el cerebro envía una señal a los intestinos para que conviertan la grasa en energía”, explica un estudio publicado en Nature Communications.
Sea como sea, el contacto sexual entre enamorados ha demostrado generar sensaciones de felicidad que tienen muchísimos beneficios para la salud física y sexual; así que mejor no reprimirlas. Y no hay que olvidar otro detalle igualmente comprobado por la ciencia: que la intimidad erótica fortalece las relaciones de pareja.
Con información de: Mujer Hoy
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