Cultura

La historia detrás del mítico vestido blanco de Marilyn Monroe

Pocas prendas son tan icónicas en la historia del cine como lo es este vestido que Marilyn lució en la película “La tentación vive arriba”, película que reafirmó a Marilyn Monroe como icono y a Billy Wilder como creador de comedias supertaquilleras convertidas en clásicos en la actualidad. Por Redacción MiamiDiario Marilyn no ha pasado […]

Por Allan Brito
La historia detrás del mítico vestido blanco de Marilyn Monroe
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Pocas prendas son tan icónicas en la historia del cine como lo es este vestido que Marilyn lució en la película “La tentación vive arriba”, película que reafirmó a Marilyn Monroe como icono y a Billy Wilder como creador de comedias supertaquilleras convertidas en clásicos en la actualidad.

Por Redacción MiamiDiario

Marilyn no ha pasado a la historia por su crítica favorable, sino por una de las escenas más recordadas de todos los tiempos. Si eres amante del cine casi seguro que has visto la película en alguna ocasión.

La escena refleja a Marilyn junto al señor Sherman, paseando por Manhattan después de una tarde de cine. En un momento dado, para combatir el calor del verano en Nueva York, Marilyn se detiene sobre una rejilla de metro, disfrutando del viento que procede del subsuelo y que levanta su vestido de volantes, hoy convertido en una pieza única, 65 años después, recordamos la historia del diseño más impactante de la gran pantalla, una creación del responsable de vestuario de la película, William Travilla.

El vestido blanco, concretamente en color marfil claro, con un pronunciado escote y falda plisada pasó a la historia del cine y de la moda como una pieza inimitable.

Una imagen para la historia y una pose de alto impacto

La falda de vuelo, con un largo a la altura de la rodilla dejaba al descubierto parte de las piernas, algo que hoy en día no resultaría precisamente atrevido pero que hace más de medio siglo enloqueció al mundo. En la película, un bolso de mano blanco y una bufanda roja completan el vestuario. Si bien la escena del metro desvela las piernas de la intérprete, la imagen que todo el mundo recuerda no forma parte del rodaje, sino que se trata de una fotografía ajena a la película. Para promocionar la obra antes de que se estrenara, el director Billy Wilder avisó a la prensa de que grabarían esta escena. La icónica pose de Marilyn Monroe con las manos en las rodillas mientras el vestido ondea ha sido imitada hasta la saciedad pero no aparece exactamente así en la película, sino que fue tomada por uno de los fotógrafos allí congregados.

Una escena complicada

 

Como explicábamos, la película se ambienta en Manhattan y la escena en cuestión se rodó de madrugada en una noche de septiembre de 1954, en la avenida Lexington con la calle 52, frente a un establecimiento de comida. Al menos, esa fue la ubicación elegida en un principio. Los múltiples fotógrafos agolpados en ese punto, junto con las decenas de transeúntes que merodeaban por el rodaje siendo testigos de una de las escenas más memorables, complicó, y mucho, el rodaje. El ruido que había en el lugar hizo que las tomas no sirvieran. Se tuvo que repetir hasta 14 veces, tal y como recoge The Guardian en un artículo publicado hace un tiempo, cuando el vestido alcanzó los 60 años de historia. El diario explica que a pesar de las 14 tomas, la escena final fue grabada en California, si bien las imágenes de la ubicación original fueron las que se utilizaron para la promoción.

 

Subastado por más de 4,6 millones de dólares

 

El vestido fue vendido por más de 4,6 millones de dólares (unos 4 millones de euros), si bien su precio de salida en la subasta era mucho más bajo. Antes de subastarse había sido propiedad de William Travilla durante años. Después pasó a manos de la actriz Debbie Reynolds, quien según recoge The Guardian, compró la creación en 1971 por apenas 200 dólares. Reynolds coleccionaba grandes piezas del viejo Hollywood con la esperanza de crear un museo propio con estos objetos memorables pero en 2011 tuvo que poner a la venta varias piezas para evitar la bancarrota, entre las que estaba el vestido blanco más famoso del cine.

 

 

 

 

Con información de Hola

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