José Mendoza, un residente de Miami de 62 años que se dedica a ser transportista tenía problemas para dormir, por lo que decidió hacerse un estudio del sueño, sin pensar lo costosos que le iban a ser.
Aunque Mendoza cuenta con un seguro, estos estudios no se los cubrian, sin embargo iba a hacer todo para evitar aquellos momentos en los que en medio de la noche dejaba de respirar.
Según su esposa, Nancy, quien le dijo que el silencio la despertaría y la pondría extremadamente ansiosa. A veces, se detenía durante tanto tiempo que ella tenía que empujarlo para asegurarse de que su respiración comenzara de nuevo. Esto sucedió varias veces a la semana.
A Mendoza se le recetó un dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) después de que le diagnosticaron inicialmente hace quince años, pero dejó de usar la máquina después de un mes porque era ruidosa e incómoda. Había que hacer algo más, determinó la pareja. Reseñó Legal Reader.
En 2019, Mendoza fue a un departamento de emergencias con un dolor de cabeza insoportablemente doloroso. Después de las pruebas, el personal médico concluyó que su apnea obstructiva del sueño estaba causando dolor de cabeza y algunos problemas cardíacos y tendría que realizarse una prueba de sueño en casa.
Luego de esto, el neumólogo de Mendoza revisó los resultados y determinó que los datos en el hogar eran insuficientes, por lo que ordenó una prueba del centro del sueño con un especialista. Mendoza visitó las instalaciones de medicina del sueño de la Universidad de Miami Health System en el Bascom Palmer Eye Institute. Esto le permitió obtener un modelo de CPAP más cómodo, el mismo que utilizó durante el estudio del centro.
“Ahora no estoy roncando. Me siento con más energía. No estoy tan cansado como antes ”, dijo.
Sin embargo, la factura por las pruebas y la máquina era exorbitante. Mendoza recibió una cuenta de $ 10,322, que incluye un cargo ambulatorio de $ 9,853 por el estudio del sueño y un cargo de $ 469 para que el especialista en sueño revise los resultados. La tarifa negociada de Humana fue de $ 5,419, de los cuales Mendoza fue responsable de $ 262 en coseguro y $ 4,895 para satisfacer su deducible.
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