A medida que más y más estados legalizan la marihuana, los efectos estereotipados de adormecimiento de la mente de la hierba han pasado de moda, sustituidos a menudo por la aceptación de la droga como una forma aceptable de socializar, relajarse y dormir mejor.
Los estudios han demostrado desde hace tiempo que drogarse puede perjudicar la función cognitiva, reportó CNN.
Ahora, una nueva revisión de la investigación, publicada el jueves en la revista Addiction, concluye que el impacto puede durar mucho más allá del subidón inicial, especialmente para los adolescentes.
Studies have long shown that getting high can harm cognitive function. Now, a new review of research, published Thursday in the journal Addiction, finds that impact may last well beyond the initial high, especially for adolescents https://t.co/mpnHFQRUCx
— CNN (@CNN) January 22, 2022
“Nuestro estudio nos ha permitido poner de relieve varias áreas de la cognición que se ven afectadas por el consumo de cannabis, como los problemas de concentración y las dificultades para recordar y aprender, que pueden tener un impacto considerable en la vida diaria de los consumidores”, afirma el coautor, el Dr. Alexandre Dumais, profesor clínico asociado de psiquiatría de la Universidad de Montreal.
“El consumo de cannabis en los jóvenes puede conducir, por tanto, a una reducción de los logros educativos y, en los adultos, a un bajo rendimiento laboral y a una conducción peligrosa. Estas consecuencias pueden ser peores en los consumidores habituales y empedernidos”, afirma Dumais.
El impacto de la marihuana en el cerebro puede ser especialmente perjudicial para el desarrollo cognitivo de los jóvenes, cuyos cerebros aún se están desarrollando, dijo la Dra. Megan Moreno, profesora de pediatría de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin, que no participó en el estudio.
“Este estudio proporciona una fuerte evidencia de los efectos cognitivos negativos del consumo de cannabis, y debe ser tomado como una evidencia crítica para dar prioridad a la prevención del consumo de cannabis en los jóvenes”, dijo Moreno. “Y al contrario que en la época de Cheech y Chong, ahora sabemos que el cerebro sigue desarrollándose hasta los 25 años”.
“Los padres deben ser conscientes de que los adolescentes que consumen cannabis corren el riesgo de dañar su órgano más importante, el cerebro”.
Estudio de alto nivel sobre la marihuana
La revisión recién publicada analizó estudios sobre más de 43.000 personas y descubrió un impacto negativo del tetrahidrocannabinol o THC, el principal compuesto psicoactivo del cannabis, en los niveles superiores del pensamiento del cerebro.
Esas funciones ejecutivas incluyen la capacidad de tomar decisiones, recordar datos importantes, planificar, organizar y resolver problemas, así como controlar las emociones y el comportamiento.
“Las investigaciones han revelado que el THC es un compuesto liposoluble que puede almacenarse en la grasa corporal y, por tanto, liberarse gradualmente en el torrente sanguíneo durante meses”, dijo Dumais, quien añadió que se necesitan investigaciones de alta calidad para establecer el impacto a largo plazo de esa exposición.
Algunos estudios han demostrado que “el consumo temprano y frecuente de marihuana en la adolescencia predice una mala cognición en la edad adulta”, añadió.
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