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La periodista Camila Acosta cuenta como fue estar presa en Cuba

Una de las caras más horribles de la dictadura son las torturas que reciben las personas por pensar diferente y en las cárceles se ve mucho de esto. Fue parte de lo que pudo presenciar la corresponsal del diario ABC, Camila Acosta. La periodista contó que lo más terrible de esos días en prisión fue […]

Por Allan Brito
La periodista Camila Acosta cuenta como fue estar presa en Cuba
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Una de las caras más horribles de la dictadura son las torturas que reciben las personas por pensar diferente y en las cárceles se ve mucho de esto. Fue parte de lo que pudo presenciar la corresponsal del diario ABC, Camila Acosta.

La periodista contó que lo más terrible de esos días en prisión fue “conocer experiencias de las reclusas. Había una madre con sus dos hijas, a las que detuvieron el día de la manifestación y que fueron duramente golpeadas. Todavía se podían ver algunos de los moretones. Entre las detenidas había otras mujeres que se habían acercado al lugar de las protestas por curiosidad y habían sido arrestadas, y sus familias no sabían dónde estaban. También se encontraba allí una embarazada, que pedía atención médica pero se la negaban. Se la dieron en el momento en que la pusieron en mi celda”, comentó.

Camila Acosta fue preguntada sobre si las fuerzas del régimen eran conscientes de que la periodista iba a contar lo que sucedía en la cárcel, Acosta expresó: “Se lo dije cuando me aplicaron la sanción de arresto domiciliario, con la intención de que no hablara. Yo les dije que me fueran devolviendo a la celda porque yo iba a volver a la calle, y si había otra manifestación iba a volver a reportar”, relató Infobae.

Gente grita consignas contra el régimen durante una protesta en La Habana (REUTERS/Alexandre Meneghini)

Respecto a los interrogatorios a los que fue sometida, contó que a partir del miércoles fueron “alrededor de dos diarios, de más de una hora” en los que le preguntaban sobre su profesión, su familia y la manifestación a la que acudió. “Yo reconocí que fui y que grabé, e hice un directo para CubaNet. Ellos intentaron subestimarme, diciendo que no era importante, que no era periodista, que ejercía la profesión de forma ilegal, que no tenía contrato con ABC y CubaNet, y que incluso estos medios habían negado que yo trabajara con ellos. Que ABC había dicho que no tenía corresponsal en La Habana. Pero yo sabía que no era verdad, porque no soy nueva en esto de los interrogatorios. Sé que tengo que interpretar lo contrario de todo lo que ellos digan. También me presionaban para que pactara y firmara comprometiéndome a pagar la multa, que no lo hice, y por eso me aplicaron el arresto domiciliario. Algo que también me negué a firmar. Lo único que firmé fue el acta de mi liberación”, subrayó Camila Acosta.

La periodista también destacó que no pasó miedo pero que sí se inquietaba cuando llevaban reclusas nuevas porque dudaba de ellas. “Sé, por entrevistas a otras personas, que a veces envían a reclusos a dar golpizas. Me cuidaba mucho de eso”, manifestó.

Por último, Camila Acosta afirmó que seguirá ejerciendo su profesión y que esta experiencia no la va a desanimar para seguir adelante. “No voy a dejar de reportar. Hay que seguir denunciando porque hay mucha gente todavía detenida, y sus familias no saben dónde están. Yo quería estar presa, porque era una oportunidad única para conocer lo que pasaba dentro, todas las historias. Pero sabía, cuando intentaban pactar conmigo, que la presión fuera era muy fuerte”.

Un vehículo de las fuerzas especiales pasa junto a un coche de época en el centro de La Habana, Cuba (REUTERS/Alexandre Meneghini)

Las autoridades acusaron a la periodista de “desacato” y “desorden público”. El diario ABC mantiene que Camila Acosta es su corresponsal en La Habana, mientras el régimen cubano lo niega, ya que no tiene la acreditación oficial de trabajadora de la prensa extranjera.

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