Hoy se celebra el Día de San Nicolás, el santo con más suerte, ya que su devoción la siguen millones de personas en el mundo y es el preferido de los niños
Redacción MiamiDiario
La devoción a San Nicolás es asombrosa en extensión e intensidad, hay miles de iglesias bajo su advocación en todo el mundo. San Nicolás fue obispo de la ciudad de Mira, en Licia, Asia Menor (corresponde a la localidad turca llamada actualmente Dembre), en el s. IV, y sus reliquias se veneran en Bari (Italia).
Muy pocos son los datos que se conocen de la vida de este santo, puesto que no existen testimonios auténticos contemporáneos. Sus biografías más antiguas son de algunos siglos posteriores a la época en que se cree que vivió. Se considera que nació en Patara (Asia Menor) alrededor del año 270, y que murió un día 6 de diciembre de un año entre 345 y 352.
Cuando fue obispo, en su intento por extirpar los cultos paganos, ordenó derribar el templo de Artemisa en Myra; que era el más grande y famoso de Licia, así como otros varios templos paganos.
Fue ordenado sacerdote por un obispo tío suyo.
Cuando fallecen sus padres, en plena tarea atendiendo a los enfermos en una epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna. Entonces repartió sus riquezas entre los pobres y se fue a un monasterio
Relata la historia que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, ya que había fallecido el anterior. No lograban ponerse de acuerdo, a lo que se decidió que el sacerdote que entrase en el templo en ese momento fuera el elegido, entró casualmente Nicolás de Bari.
Cuando los musulmanes conquistaron Turquía, en secreto un grupo de católicos romanos sacó de allí las reliquias del santo y las llevó a Bari, en Italia.
Eran tan admirables sus milagros al rezarle a este gran santo, que la devoción a san Nicolás llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.
En el año 550 en Roma le habían construido un templo en su honor.
Ahora millones de niños relacionan su nombre con este personaje singular cuya figura es muy distinta a la que todos conocemos, sin duda es un santo con suerte.