Destacado, Internacional

Las misteriosas muertes de cinco generales cubanos en diez días

Otro general se suma a la lista de militares de alto rango fallecidos en Cuba en los últimos diez días. En la noche de este lunes falleció el general de Brigada Armando Choy Rodríguez. Se trata del quinto oficial de alta graduación que fallece en los últimos días. Choy Rodríguez lideraba el Grupo de Historia […]

Por Allan Brito
Las misteriosas muertes de cinco generales cubanos en diez días
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Otro general se suma a la lista de militares de alto rango fallecidos en Cuba en los últimos diez días.

En la noche de este lunes falleció el general de Brigada Armando Choy Rodríguez. Se trata del quinto oficial de alta graduación que fallece en los últimos días.

Choy Rodríguez lideraba el Grupo de Historia de los Combatientes de Las Villas. Tenía 87 años y una historia enteramente vinculada con el régimen castrista. Su pasado con la dictadura iba hasta los tiempos de la lucha armada a finales de la década de 1950.

Las sospechosas muertes comenzaron el pasado 18 de julio. Ese día murió el jefe del Ejército Oriental, el general Agustín Peña. Dos días después, el 20 de julio, caía el general de Brigada de la Reserva Marcelo Verdecia Perdomo.

El lunes, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba informó la muerte del general de la Reserva Manuel Eduardo Lastres Pacheco. Apenas dos días antes, el sábado 24 de julio, fallecía Rubén Martínez Puente, también general de división de la Reserva.

El régimen sucumbe a la pandemia

El silencio alrededor de lamuerte de los cinco generales cubanos ha alimentado toda clase de rumores. Oficialmente, el régimen no informa causas y lugares de la muerte.

Pero, los decesos ocurren al mismo tiempo que la crisis de la COVID-19 se agudiza en la Isla. En la última, los contagios promedian 8.000 casos diarios.

El régimen endureció las restricciones y tiene una campaña de vacunación para inocular a la población con un medicamento de producción local. Aún así no puede contener la propagación de la contagiosa variante Delta, reportó El Nuevo Herald.

Cuba nunca gestionó la adquisición de alguna vacuna internacional. Se justificaba con el desarrollo de sus propios tratamientos. Vacunas cuya efectividad no ha sido comprobada de forma independiente.

Mientras tanto en los últimos días van 25.000 nuevos casos y 221 muertes. Organizaciones de derechos humanos denuncian que la situación tiene al deteriorado sistema de salud pública al borde del colapso.

Ya son cinco los generales cubanos muertos en los últimos días

El sospechoso deceso de otro militar del régimen castrista alimenta especulaciones y revela el colapso del sistema de salud de la Isla ante la COVID-19.

En la noche de este lunes falleció el general de Brigada Armando Choy Rodríguez. Es el quinto oficial de alta graduación que fallece en los últimos días.

Choy Rodríguez lideraba el Grupo de Historia de los Combatientes de Las Villas. Tenía 87 años y una historia enteramente vinculada con el régimen castrista. Su pasado con la dictadura iba hasta los tiempos de la lucha armada a finales de la década de 1950.

Las sospechosas muertes comenzaron el pasado 18 de julio. Ese día murió el jefe del Ejército Oriental, el general Agustín Peña. Dos días después, el 20 de julio, caía el general de Brigada de la Reserva Marcelo Verdecia Perdomo.

El lunes, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba informó la muerte del general de la Reserva Manuel Eduardo Lastres Pacheco. Apenas dos días antes, el sábado 24 de julio, fallecía Rubén Martínez Puente, también general de división de la Reserva.

En común, todos eran personas con edades alrededor de los 80 años.

La historia del general Armando Choy Rodríguez estaba ligada al régimen cubano desde sus inicios. Su deceso también está envuelto en hermetismo por parte de la dictadura castrista.

El régimen sucumbe a la pandemia

El silencio alrededor de la muerte de los cinco generales cubanos ha alimentado toda clase de rumores. Oficialmente, el régimen no informa causas y lugares de la muerte.

Pero, los decesos ocurren al mismo tiempo que la crisis de la COVID-19 se agudiza en la Isla. En la última, los contagios promedian 8.000 casos diarios.

El régimen endureció las restricciones y tiene una campaña de vacunación para inocular a la población con un medicamento de producción local. Aún así no puede contener la propagación de la contagiosa variante Delta, reportó El Nuevo Herald.

Cuba nunca gestionó la adquisición de alguna vacuna internacional. Se justificaba con el desarrollo de sus propios tratamientos. Vacunas cuya efectividad no ha sido comprobada de forma independiente.

Mientras tanto en los últimos días van 25.000 nuevos casos y 221 muertes. Organizaciones de derechos humanos denuncian que la situación tiene al deteriorado sistema de salud pública al borde del colapso.

“Todos los días recibimos información de nuestra red de observadores en la isla, quienes reportan escenas dantescas que tienen lugar relacionado con la situación del Covid-19. Los hospitales están colapsados ​​en algunas provincias ”, dijo Alejandro González Raga, director ejecutivo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH).

Cae el mito de la salud en Cuba

Las implicaciones políticas de tal crisis son mayores en un país donde la salud se considera uno de los pilares de legitimidad de su sistema «revolucionario» de partido único.

Cuba ha sido particularmente golpeada por la crisis sanitaria. La economía depende en gran parte del turismo, una de las actividades más golpeadas por las restricciones de movilidad impuestas a propósito de la pandemia.

Por otro lado, el colapso económico venezolano impide que Nicolás Maduro pueda asistir financieramente a sus aliados de La Habana.

Daniel Rodríguez, historiador cubanoamericano, dijo que la crisis económica en la Isla llegó a un punto tan grave que rompió «el pacto social de Cuba».

“Cuando la pandemia comenzó a descontrolarse hace un par de semanas, parecía cada vez más que el gobierno revolucionario ya no podía proteger las vidas de los cubanos, y el resultado fue un repudio extraordinario de la revolución”, explicó.

Desde que comenzaron las protestas el pasado 11 de julio, Cuba se encuentra en estado permanente de agitación. El dictador Miguel Díaz-Canel responde con represión, propaganda y algunas concesiones a los reclamos ciudadanos.

Mientras el régimen organiza manifestaciones de respaldo a la revolución el descontento no cede. Algunos críticos apuntan que hay suficiente transporte para desplegar fuerzas de seguridad para sofocar las protestas y transportar a los trabajadores estatales a las manifestaciones, pero no hay ambulancias para los enfermos.

Relacionados