A partir del miércoles, miles de cazadores se adentrarán en el humeante pantano de Florida, con ganchos de arranque y focos en mano, en busca de un depredador superior: el cocodrilo americano; pues este 15 de agosto marca el comienzo de la caza de caimanes, durante 11 semanas en todo el estado, patrocinada por la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de la Florida.
Por Redacción Miami Diario
Entre los cazadores estará Brian Wood, fundador de All American Gator, que tiene una instalación de procesamiento de cocodrilos LaBelle y una tienda en Hollywood, para ofrecer todas las cosas, desde sofás hasta carteras y cinturones, elaboradas con piel de cocodrilo salvaje.
Wood, de 56 años, abrió sus instalaciones en 1988, después de realizar su primera cacería de caimanes en 1987 y darse cuenta de la escasez de procesadores en Florida. Comenzó a comprar caimanes de cazadores cada temporada, llevando a los reptiles a sus instalaciones para quitar las pieles y procesar la carne. Luego, vendería las pieles a marcas de moda de lujo que las convertirían en carteras, zapatos y cinturones que costarían miles de dólares.
En la década de 1990, en el apogeo del mercado, Wood compraría 1,800 cocodrilos de cazadores por hasta $ 35 por pie, vendiendo las pieles a los diseñadores por casi $ 57 por pie. Pero ahora, se está abandonando el mercado salvaje de cocodrilos, dijo.
Hoy en día, los diseñadores usan caimanes y cocodrilos de criadero y ya no necesitan comprar pieles de intermediarios como Wood.
“Las marcas de lujo se han movido para adquirir suministros en vivo. Hermès ahora posee una granja de cocodrilos en Louisiana y dos granjas de cocodrilos en Australia, mientras que LVMH ha comprado la granja de cocodrilos Johnstone River, al norte de Queensland “, según una historia de 2017 de The Business of Fashion.
Este año, Wood espera comprar unos 200 gators, pagando solo entre $ 6 y $ 7 por pie.
“Las pieles de cocodrilos de hace 40 años valían $ 35 por pie. Ahora no podemos venderlos por $ 10 por pie “, dijo Wood. “Este año, como la piel no tiene valor, no puedo pagar los mismos precios que solía pagar”.
En el pasado, Wood tenía compradores alineados antes de que abriera la temporada. El año pasado, un zapatero argentino compró todas sus pieles en el último minuto. Este año, Wood no puede encontrar a nadie que esté interesado en las pieles duras apreciadas por su hermoso acabado de cuero. Mientras que las pieles de vaca están disponibles y solo toman ocho semanas para broncearse, el cuero de cocodrilo tarda unos seis meses.
“No tengo comprador y no conozco muchas personas que sí tienen compradores. Es un problema de toda la industria “, dijo.
Sin un comprador, Wood dijo que tendrá que broncear todas las pieles, lo que lleva tiempo y cuesta alrededor de $ 25 por pie, dijo. Una vez que se convierte en cuero, es más valioso porque puede convertirse en productos.
Wood vende billeteras, carteras y cinturones que fabrica en su tienda de Hollywood, en el 1892 Polk St. Uno de sus bolsos grandes se vende por alrededor de $ 3,600, dijo, mientras que un bolso Hermès Birkin le costará al menos $ 50,000. Él no vende muchos.
“La gente quiere el nombre del diseñador en el producto”, dijo.
Wood no es el único procesador que planea comprar menos Gators. “Espero que este año también veamos un declive en las compras”, dijo Grayson Padrick, vicepresidente de Central Florida Trophy Hunts, un procesador de carne en Cocoa.
“No compraremos intencionalmente menos, pero el hecho de que pagaremos menos por ellos afectará nuestros números”, dijo Padrick.
Al comparar las pieles de cocodrilo silvestre con las pieles cultivadas, estas últimas son de mucha mayor calidad, que es lo que los fabricantes de cueros de alta gama quieren, dijo Padrick.
Las pieles de aligátor se clasifican dividiendo la piel del vientre, la parte más valiosa, en cuatro cuadrantes imaginarios, y luego se evalúan los defectos, como agujeros, cicatrices y arañazos. De acuerdo con la curtiduría de cuero Pan Am Leathers, la escala de calificación es:
￭ Grado I: sin defectos en ningún cuadrante
￭ Grado II: Defectos en un cuadrante
￭ Grado III: Defectos en dos cuadrantes
￭ Grado IV: Defectos en tres cuadrantes
“Los fabricantes de cuero como Gucci, Louis Vuitton yHermès quieren esas pieles de Grado I de alta calidad, pero el número de pieles de Grado I que salen de la naturaleza es del 5 por ciento”, dijo Padrick.
Los caimanes salvajes también están sujetos a las condiciones ambientales, como el clima y las interacciones con los animales, que pueden dañar las pieles.
“La calificación se ha vuelto significativamente más difícil de lo que solía ser hace 10 años. Además, el usuario final está clasificando más duro también “, dijo Padrick.
Wood no espera que el valor de la piel genere un rebote en el corto plazo. “El precio siempre subía y bajaba, pero esta vez el precio está bajando significativamente y no preveo que regrese nuevamente”, dijo.
En la década de 1950, el caimán americano fue cazado cerca de la extinción. Fue catalogado como en peligro de extinción en 1967 pero, gracias a la Ley de Especies en Peligro de Extinción, se ha recuperado. En 1987, después de que las poblaciones de cocodrilos se recuperaron, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos abrió una temporada de caza regulada.
Aproximadamente 7,500 permisos de caza, llamados etiquetas CITES, han sido distribuidos por la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de la Florida este año, lo que permite a cada cazador cosechar dos caimanes desde el 15 de agosto hasta el 1 de noviembre. La temporada es increíblemente popular, pero no barata. las etiquetas cuestan $ 272 para los residentes de Florida y $ 1,022 para los no residentes.
Las ventas de etiquetas generan casi $ 2 millones al año “, que respaldan las actividades de investigación, gestión y aplicación de la ley que contribuyen al éxito de la conservación de los caimanes de la Florida”, según Tammy Sapp, vocera de la comisión de conservación.
Sapp dijo que una evaluación de 1996 indicó que la caza de caimanes tiene un impacto de casi $ 14 millones en la economía de la Florida.
Durante la temporada 2017, 6,261 caimanes se cosecharon durante la caza estatal, que es solo una pequeña fracción de los 1,3 millones que viven en Florida, según Sapp. Una vez que los cazadores, que viven en todos los condados del Estado del Sol, son capturados por los cazadores, los procesadores como Wood y Padrick los compran.
Este año, Wood y Padrick dijeron que solo están comprando cocodrilos por su carne. “La venta de carne es lo que realmente mantiene a la industria a flote”, dijo Wood.
Wood vende 80,000 libras de carne al año a mayoristas por alrededor de $ 8 por libra. Sus dos clientes principales son Manny’s Enterprises en Sunrise y Sea Breeze Food Service en Jacksonville.
“Si el mercado de la carne toma un mal giro, entonces un cocodrilo no valdría nada”, dijo Padrick.
Wood no está esperando que eso suceda. En cambio, ahora está enfocando su tiempo y energía en un nuevo mercado del sur de la Florida, de alta demanda y muy bien pagado: la captura de iguanas .
Él comenzó un negocio de captura de iguanas, Iguana Catchers, en 2008. Dijo que solía recibir aproximadamente cuatro visitas en su sitio web por día. Ahora, tiene 17 a 26.
“Lamento decirlo, pero es bueno para los negocios. Es un buen momento porque ya no me puedo ganar la vida [de los caimanes] “, dijo Wood.
“El valor de los productos de Gator bajó y tuve que buscarlo en algún lado. Así que, gracias a Dios, las iguanas llegaron e invadieron”.
Con información de: Orlando Sentinel
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