Akayed Ullah, un inmigrante bangladesí, de 31 años, pasará el resto de su vida tras las rejas. Así lo sentenció un juez por el delito que cometió el hombre, quien detonó una bomba dentro del metro de la ciudad de Nueva York en 2017, lo que lo hizo merecedor de una cadena perpetua.
La autoridad de la corte federal de Manhattan, Richard J. Sullivan, calificó la acción como un crimen “bárbaro y atroz”, por lo que no dudó en aplicar el peso de la ley sobre el sujeto.
Se conoció que la cadena perpetua había sido solicitada por los fiscales a cargo del caso, luego de indicar que el ataque premeditado y cruel fue cometido bajo el nombre del grupo Estado Islámico.
“Ullah construyó una bomba de tubería y la detonó en un centro de tránsito masivo en el corazón de la ciudad de Nueva York para dañar y aterrorizar a la mayor cantidad de personas posible, y admitió que lo hizo en nombre de ISIS”, fueron las declaraciones del Secretario de Justicia Auxiliar John C. Demers en un comunicado.
Demers agregó que el hecho perpetrado hace recordar que la amenaza el grupo terrorista Isis sigue vigente.
“Este caso nos recuerda que la amenaza del terrorismo inspirado por ISIS sigue siendo real”, dijo.
Sin embargo, la abogada defensora de Ullah, Amy Gallicchio, señaló que su cliente solo debería permanecer en prisión durante 35 años, dado a que antes del ataque había llevado un ritmo de vida legal y pacífico, por lo que calificó su acción como una “crisis personal” , que lo llevó al aislamiento, a la depresión, a la vulnerabilidad y pensamientos suicidas.
Por su parte, Sullivan reiteró que “una sentencia de por vida es apropiada (…) fue un crimen bárbaro y atroz”.
Luego de que la sentencia fuera emitida, el condenado se disculpó tras escuchar el juicio sobre las acciones que cometió, al tiempo de asegurar que no apoya hacerle daño a personas inocentes.
“Señoría, lo que hice estuvo mal (…) puedo decirles desde el fondo de mi corazón, lo siento profundamente … No apoyo el dañar a personas inocentes”.
El condenado resultó herido gravemente quemado tras el hecho ejecutado en un tunel peatonal debajo de Times Square y la terminal de autobuses de la Autoridad Portuaria, puesto que el aparato explosivo adherido a su humanidad, echó chispas en vez de explotar, lo que evitó que otros ciudadanos inocentes fueran heridos fatalmente.
Ullah se burló del ahora expresidente Donald Trump antes del ataque, a través de su cuenta en Facebook, por lo que durante el juicio, los fiscales monstraron a los integrantes del jurado las declaraciones posteriores a su arresto, así como los comentarios hechos en las plataformas sociales.
Luego de esto, Trump también se mofó, pero del sistema de inmigración, dado que permitió a Ullah y a decenas de bangladeses ingresar a Estados Unidos, lo que englobó hasta los que han sido respetuosos a la ley.
El condenado le le fue otorgada una visa de entrada al país en 2011, debido a que un pariente gozaba de nacionalidad estadounidense. Sin embargo, el magnate sentenció en ese momento que permitir a los extranjeros seguir los pasos de sus familiares en Estados Unidos, constituía una incompatibilidad con la seguridad nacional.
Fuente: cbsnews.com
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