Pharrell Williams y David Grutman invitan a los turistas a disfrutar de su nueva creación, el Goodtime Hotel de Miami Beach.
“Queremos que el Goodtime Hotel transmita una sensación tanto de revitalización como de esa rara y excitante emoción que se produce cuando descubres algo especial”, dijo Williams.
La propiedad se extiende a lo largo de una manzana de la avenida Washington en la sección histórica central de South Beach.
“Cuando se nos ocurrió el nombre, decidimos que Goodtime fuera una sola palabra, ya que creaba una nueva narrativa para iluminar la comunidad que lo rodea”, detalló
Agregó que “estamos tomando una calle largamente olvidada y queremos convertirla nuevamente en el centro de atención. Queremos formar parte de esta comunidad”.
La pareja imaginó una zona de piscina con rayas rosas y blancas que imitan las sábanas personalizadas con rayas verdes y blancas de las camas de las habitaciones.
Hay una biblioteca en tono melocotón y roble natural adornada con lámparas de pie de jirafa y loro; arte vibrante de elefantes colgado en el vestíbulo.
También posee un restaurante envuelto en tela de hierba y pintado en color verde azulado de Miami Vice.
Las suites tienen bancos con estampado de leopardo y teléfonos de marcación rotativa de color rosa.
La misión de Williams y Grutman era romper el molde con el diseño y la decoración ofreciendo un hotel alegre y escapista para los viajeros de ocio, con mucha atención a los detalles extravagantes.
“Cuando los huéspedes llegan al hotel y atraviesan las puertas, se convierten en toda una experiencia”, explica a PEOPLE Grutman, que también es propietario de los clubes nocturnos LIV y Story
Los socios trabajaron junto a los promotores inmobiliarios Michael D. Fascitelli y Eric Birnbaum de Imperial Companies.
Contrataron al arquitecto Morris Adjmi (responsable de la revitalización del Meatpacking District de Manhattan), al célebre paisajista Raymond Jungles y al interiorista cinematográfico Ken Fulk
Este último es conocido en todo el mundo por sus elaboradas experiencias visuales.
Con sede en San Francisco, Fulk pasó cinco años y medio trabajando su magia de diseño en este hotel de siete pisos y 266 habitaciones con casi 100.000 pies cuadrados de espacio público.
“Me vestí con mi traje y pajarita para conocer a los socios en casa de David, y rápidamente me enteré de que tenía un barco y súper modelos sentados junto a la piscina”, cuenta Fulk a PEOPLE.
“Pharrell, David y yo somos polos opuestos, pero tenemos una energía cinética y compartimos una visión de la creación de experiencias”, expresó
Dijo que “sabemos que la gente quiere acumular recuerdos cuando viaja. Estamos saliendo de un sueño loco de una pandemia, y queremos conectar a la gente con la positividad. No se puede ir al Hotel Goodtime sin sonreír”.
Con su fachada ondulada, su entrada en un atrio de cristal de tres pisos con grandes faroles austriacos de WOKA, su fuente de piedra y su obra maestra de estilo Art Decó, los huéspedes se verán inmersos en la sensualidad, el romanticismo, la nostalgia y el asombro del viejo Miami Beach.
“Ken es famoso por crear sentimientos de felicidad, y con su paleta de colores de rosas y mentas, el hotel grita Miami tropical”, dice Grutman. “Queríamos una sensación hogareña dentro de un oasis con todo al alcance de la mano”.
Aunque el equipo mantuvo la fachada Art Deco de la primera planta (un estilo asociado a la ciudad desde hace mucho tiempo) y el arquitecto ayudó a crear el edificio con referencias Deco, el hotel es por lo demás una estructura totalmente nueva.
Fulk imaginó el despliegue de capas de una película que evoca lo que fue Miami Beach, pero que no se parece a ningún lugar en el que hayan estado los huéspedes modernos.
“Hemos creado un extraño cóctel en Miami Beach, que es uno de los lugares más exóticos de Estados Unidos”, continúa Fulk. “Hemos escrito una carta de amor a la ciudad con este hotel”.
El vestíbulo, con tonos sexys y relajantes de jade y rosa concha, está equipado con muebles de ratán y murales de tela de palmeras gigantes y helechos que transportan a los huéspedes a otro mundo.
La biblioteca, repleta de arte, es ideal para tomar un café, un cóctel o para cocinar nuevas recetas. “Es como la casa de su abuela”.
Strawberry Moon, llamado así por la luna llena más cercana al solsticio de verano, es la pieza central del hotel.
Este restaurante de servicio completo, bar y club de piscina de 30.000 pies cuadrados en un entorno interior/exterior está diseñado para crear buenas experiencias del día a la noche.
La terraza exterior, de color azul pavo real con toldos de rayas claras y baldosas de rayas anchas en color pastel, rezuma comodidad y mucha clase.
Fuente: People
