¿Por qué el VIH se está propagando tan rápidamente a través del Estado del Sol, famoso por su clima tropical, sus amplias playas, los Everglades y los parques de atracciones?
La corriente de visitantes atraídos por sus atracciones son una pieza del rompecabezas. Más de 100 millones de turistas visitan Florida cada año, algunos atraídos por la gran reputación de bacanales de Miami, Key West y otras ciudades playeras.
Por Redacción MiamiDiario/Con información de Science
A esto se suman las corrientes migratorias. Desde que surgió la epidemia del SIDA en 1981, la población del estado se ha duplicado a casi 21 millones, muchos de ellos inmigrantes de América Latina o el Caribe, y de varias naciones insulares de la región, en las que el VIH es mucho más prevalente que en los Estados Unidos.
Florida también se encuentra en el sur profundo, donde se ha registrado un aumento de las infecciones por el VIH entre hombres negros y latinos que tienen relaciones homosexuales.
En 2016, Miami tuvo la tasa de infección per cápita más alta de cualquier ciudad de los EE. UU.: 47 por cada 100,000 personas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Eso es más del doble que San Francisco, Nueva York o Los Ángeles.
Actualmente la Florida es el hogar de casi la mitad de los 1,1 millones de personas que viven con VIH en el país.
Problema complejo
De acuerdo con las estimaciones de los centros especializados, Florida en 2016 tenía 135,986 personas infectadas con VIH, justo detrás de California y Nueva York. Pero 21,214 de esas personas -15% -no conocían su estado, y eso alimenta la alta tasa de transmisión del estado.
“Una fracción significativa de las nuevas infecciones provienen de personas que ni siquiera saben que tienen VIH“, dice Michael Kolber, director clínico del programa de VIH / SIDA de la Universidad de Miami.
Los datos demográficos complejos de Florida aumentan el desafío de alcanzar ese 15%.
Una campaña que podría inducir a un inmigrante haitiano a buscar pruebas difiere de lo que se necesita para llegar a los latinos, los negros, los homosexuales los heterosexuales, los consumidores de drogas, las personas sin hogar o los enfermos mentales.
Las comunidades urbanas y rurales también tienen estilos de vida y opciones de prueba enormemente diferentes.
“Es un estado tan diverso desde el Panhandle hasta Key West que es casi como un país diferente“, dice Jeffrey Beal, director médico de la sección VIH / SIDA del DOH, con sede en Fort Myers.
EFE/Archivo
Planes con deficiencias
Muchos médicos, especialmente en áreas rurales, todavía no realizan pruebas de detección de VIH de manera rutinaria, y algunos son lentos para ofrecer tratamiento a las personas infectadas. “Ha habido falta de atención por parte de mis colegas médicos, tengo que ser muy honesto al respecto”, dice Beal, quien comenzó su carrera en Oklahoma al comienzo de la epidemia de sida.
Al mismo tiempo, no hay suficientes personas que busquen pruebas, lo que socava aún más la promesa del tratamiento como prevención.
Algunos temen ser marginados si están infectados: Florida cae en el cinturón de la Biblia del país la “homofobia y transfobia, racismo y la discusión pública de la sexualidad crean malestar general “.
En el conservador Clewiston, a pocas horas en coche al norte de Miami, Timothy Dean, que es abiertamente homosexual y tiene tatuado su seropositivo en el brazo, visita a los médicos del departamento de salud del condado cercano. Pero conoce a varias personas locales infectadas que lo evitan.
“Esta ciudad es muy estrecha, y los rumores pueden comenzar”, dice Dean. “Es posible que tus hijos no quieran tener nada que ver contigo porque descubren que eres positivo”. Y Clewiston, una comunidad escasamente poblada construida en torno al cultivo y procesamiento de la caña de azúcar, no tiene transporte público, por lo que Dean dice que buscar atención fuera de la ciudad simplemente no es una opción realista para algunos.
La complacencia, en lugar del miedo, es el problema de otros grupos, como los inmigrantes de muchos países donde el VIH es relativamente poco común.
Los homosexuales de América Latina, por ejemplo, pueden no darse cuenta de que mudarse a Florida podría aumentar el riesgo de infección, dice Susanne Doblecki-Lewis, especialista en VIH / SIDA de la UM. “La idea de que el mismo comportamiento puede tener diferentes consecuencias en diferentes lugares es un poco difícil de procesar”, dice Doblecki-Lewis.
Otras medidas de salud pública también han quedado rezagadas aquí. Los intercambios de agujas y jeringas que ahora existen en otros 32 estados (fueron respaldados por la Comisión Nacional sobre el SIDA de EE. UU. En 1991) solo se legalizaron aquí en 2016. “Llevábamos décadas atrasadas”, dice Hansel Tookes, clínico de la UM, quien, aún siendo un estudiante de medicina en la escuela, dirigió una campaña de cabildeo de 4 años que persuadió a los legisladores a cambiar la ley.
Del mismo modo, Florida ha tardado en promover la profilaxis Pre-exposición ( PrEP), a diferencia de muchos otros lugares. La directora general de salud de la Florida, Celeste Philip, ordenó en diciembre de 2017 que los 67 departamentos de salud del condado ofrezcan PrEP sin costo para fines de 2018.
En una escala menor, UM tiene una clínica móvil llamada Gamechanger que comenzará a circular por Miami en los próximos meses, ofreciendo pruebas de VIH y PrEP.
Cuando las personas dan positivo, el sistema de Florida los vincula rutinariamente con la atención. Pero el sistema no logra mantenerlos allí.
Casi una de cada tres personas, en jerga médica, se “pierde durante el seguimiento” por razones tales como dificultades de transporte, preocupaciones por el estigma, reubicación, falta de apoyo social, abuso de sustancias y pobreza.
En la ciudad de Nueva York, por el contrario, que tenía casi 90,000 personas que conocían su estado positivo en 2016, el 88% se mantuvo bajo cuidado.
En consecuencia, solo alrededor de la mitad de las personas infectadas por el VIH aquí están suprimiendo por completo el virus con ARV, en comparación con el 76% en la ciudad de Nueva York.
El déficit de la Florida tiene dos costos elevados: las personas tienen más probabilidades de transmitir el virus a otras personas y tienen un mayor riesgo de desarrollar el SIDA por sí mismas.
La prevención es el mejor consejo
- El uso de preservativo es esencial para protegerle y evitar contraer el virus HIV u otra enfermedad de transmisión sexual.
- No intercambie o comparta agujas y jeringas.
- Todo procedimiento que incluya algún corte o pinchazo debe ser realizado con material descartable o esterilizado, como es el caso de dentistas, manicuras, tatuajes o prácticas médicas, entre otros.
- Para evitar la transmisión del virus de la madre al bebé se recomienda que toda mujer embarazada se haga la prueba del VIH durante el primer control de su embarazo.
Consulte su médico o llame al servicio municipal 311 para obtener información sobre clínicas especializadas sin fines de lucro.
Si quiere leer el reportaje completo pulse en Science
https://www.youtube.com/watch?v=xiQXadWIdT8
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