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Movimiento Prociudadanos pide a La Casa Blanca establecer una ruta democrática creíble para lograr un cambio político en Venezuela

El Movimiento Prociudadanos envió una comunicación a La Casa Blanca para pedir al presidente de Estados Unidos “establecer una ruta democrática creíble para lograr un cambio político en Venezuela”. La misiva fue “recibida y confirmada su recepción por Juan García, miembro de la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Casa Blanca a cargo […]

Por Allan Brito
Movimiento Prociudadanos pide a La Casa Blanca establecer una ruta democrática creíble para lograr un cambio político en Venezuela
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El Movimiento Prociudadanos envió una comunicación a La Casa Blanca para pedir al presidente de Estados Unidos “establecer una ruta democrática creíble para lograr un cambio político en Venezuela”.

La misiva fue “recibida y confirmada su recepción por Juan García, miembro de la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Casa Blanca a cargo de Juan González”.

En el texto, la dirigencia opositora afirma que “los venezolanos necesitamos ayuda, como la que recibió Francisco de Miranda de los norteamericanos, quienes vieron en la libertad un buen motivo para dar la vida. La liberación de Venezuela -es un asunto poco conocido-, tiene sangre estadounidense”.

“Lo que Estados Unidos está haciendo ahora para ayudar a los venezolanos no está funcionando. Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI”, acotó Prociudadanos.

“Las sanciones al país deben cesar. Pero, las sanciones a funcionarios y testaferros del régimen, deben seguir, como mecanismo de presión”, afirmaron.

Movimiento Prociudadanos pide a La Casa Blanca establecer una ruta democrática creíble para lograr un cambio.


A CONTINUACIÓN TEXTO ÍNTEGRO TRADUCIDO DEL MOVIMIENTO PROCIUDADANOS

Prociudadanos pide a la Casa Blanca pedir una ruta democrática creíble.

Nota: Este documento fue recibido y confirmada su recepción por la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Casa Blanca en Washington DC, por Juan García colaborador inmediato de Juan González, Asesor de Biden para América Latina.

Caracas, mayo 2022.

Sr. Presidente Joe Biden
La Casa Blanca
Washington DC.
Presente.-

En 1806 un grupo de americanos, encabezados por el venezolano Francisco de Miranda, se sumaron a un asalto militar para promover la liberación de Venezuela, colonia bajo la opresión de España.

Estos estadounidenses desembarcaron cerca de Ocumare de la Costa, en el noreste de Venezuela, luchando contra las tropas españolas. Un grupo de estos hombres fueron asesinados (un total de 200 llegaron en los barcos) y al menos 10 fueron capturados y luego ahorcados por el régimen español.

Años más tarde, en el gobierno del presidente Cipriano Castro, se ordenó erigir en Puerto Cabello, en honor a este sacrificio, un monumento “Columna a los americanos”, actualmente conocida como Plaza del Águila.

Como seguramente usted recordará, hace algún tiempo tuvimos una situación similar: El 11 de marzo de 1959 los Estados Unidos de América impuso el Programa Obligatorio de Restricciones Petroleras para importación de crudo y productos no terminados, con el cual se pretendía limitar la entrada de petróleo para consumo interno, argumentando razones de seguridad nacional. Esa medida afectó por casi 8 años a Venezuela.

Y teniendo como marco la reunión de Jefes de Estado en Punta del Este, Uruguay, el 11 de abril de 1967 el gran presidente venezolano Raúl Leoni se reúne con su homólogo estadounidense el Presidente Johnson.

Y entonces, el Presidente Raúl Leoni dio una lección de la históricas relaciones entre Caracas y Washington a el Presidente de EEUU, explicándole que el problema del mercado del petróleo venezolano en los EE.UU. no debía ser considerado sólo desde la posición de que Venezuela busca únicamente su beneficio, sino a la luz de lo que Venezuela representa en Latinoamérica.

Dijo Leoni: “Venezuela ha construido una democracia con principios sólidos, pero es tierra fértil para los enemigos de la democracia y de los EE.UU. Si Venezuela es incapaz de mantener una estabilidad presupuestaria que derive en dificultades para financiar los programas (…). Nuestros enemigos naturales no han sido capaces de poner un pie en Venezuela hasta ahora, pero si Venezuela se ve sacudida por un desbalance social, esto podría darle la bienvenida a nuestros enemigos comunes. Por ello el problema del petróleo venezolano es de importancia para la seguridad del hemisferio.”

Hoy, Venezuela, la potencia petrolera de América Latina, está sometida a una nueva opresión. Sin consultar al país, los intereses de Cuba y Rusia, principalmente, han aislado a Venezuela, convirtiéndola en la Zimbabue del continente. Tomando el espacio que históricamente había tenido EEUU en Venezuela.

Los venezolanos necesitamos ayuda, como la que recibió Francisco de Miranda de los norteamericanos, quienes vieron en la libertad un buen motivo para dar la vida. La liberación de Venezuela -es un asunto poco conocido-, tiene sangre estadounidense.

Lo que Estados Unidos está haciendo ahora para ayudar a los venezolanos no está funcionando. Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI.

Las sanciones contra Venezuela deben cesar, pero su levantamiento debe estar vinculado al fortalecimiento de la democracia y elecciones libres, creíbles y verificables.

Las sanciones han sido una bendición para el Gobierno de Maduro al final del día. EE.UU. debió sancionar a comprobados funcionarios individuales corrupto del Gobierno de Nicolás Maduro, pero nunca al país, nunca a Venezuela.

Las sanciones al país deben cesar. Pero, las sanciones a funcionarios y testaferros del régimen, deben seguir, como mecanismo de presión.

Estados Unidos, en su afán de combatir a Maduro, ha atacado económicamente a Venezuela, por lo que los que sufren son los pobres.

Maduro ignora y minimiza hoy, los esfuerzos de los empresarios, la Iglesia, así como de sectores de la sociedad civil por buscar un cambio democrático en el país.

Señor Presidente, creemos que su administración debe, a través del Departamento de Estado, y el apreciado embajador Jame Story, impulsar un diálogo nacional integral que incluya a todos los sectores que se oponen al régimen, así como a los propios representantes del Gobierno de Maduro, para resumir las negociaciones que conduzcan a la elecciones presidenciales.

El Gobierno de Maduro debe obtener en esta negociación un futuro claro en caso de derrota electoral, y el levantamiento de las sanciones contra el país, previo al evento electoral. La oposición política, por su parte, debe obtener una fecha precisa para las elecciones presidenciales, con observación internacional y conteo de votos, así como la autorización de todos los partidos y candidatos inhabilitados. Así como una observación sin discusión de la Organización de Estados Americanos.

Recientemente un sector amplio de la oposición, hemos participado en elecciones en Venezuela, bien votando o presentado nombres para ser elegidos. Hemos mostrado cómo operan las fallas electorales en Venezuela. Sabemos dónde poner los correctivos, para que el Gobierno no se burle de la voluntad popular.

Si el Gobierno de Maduro intenta ganar tiempo en la negociación y no se compromete con la necesidad de una nueva elección presidencial, su fracaso estará a la vista del mundo.

Señor Presidente, en Ávila, la montaña que rodea la ciudad de Caracas, espera un lugar para erigir un nuevo monumento a los americanos que hoy ayudan a Venezuela, como lo hicieron con Francisco Miranda hace más de dos siglos. Confiamos en las últimas decisiones que ha tomado la Casa Blanca, en el reciente viaje, de enviados especiales por usted a Caracas.

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